jueves, 6 de enero de 2011

LLUVIA Y LÁGRIMAS


Lluvia que llora sobre un audaz pasto verde y tierno.
Lágrimas sobre mi ventana, caen y van desplazándose despacito, sin prisa, como si algo las fuera deteniendo en su caída.

Pero finalmente terminan en el suelo su destino de pureza. 
¿Es la primavera este preludio de agua que cae con distintos ritmos musicales, no exenta de timbales, de trompetas, ni de flautas dulces?
Cuanta agua caída sobre los campos para calmar  la sed de la naturaleza en su despertar¡
Los árboles se retuercen en su bostezo, y reciben con bocas extendidas el agua que los va vistiendo con esa juventud que parecía perdida para siempre, en tallos solitarios y hojas color ocre, rojo. amarillo...
A veces, en estos días siento cierta confusión.
¿Será el comienzo de la primavera o el del otoño?
Los colores son similares, y así como la fuerza que ostentan las plantas.
El aroma intenso del aire cargado  que trae el viento del Este.
No se sabe si de lo que se trata es del esfuerzo de sobrevivir o del milagro de renacer.
Esa misma confusión me produce a veces mi cuerpo con sus urgencias, sus señales.
Un granito que ya no es signo de adolescencia aparece sorprendentemente en mi cara,
y siento algo de esa rara era de pérdida y de placer, volver a brotar.
El deseo retorna, cuando parecía desaparecido, y agotado por tanto ejercicio...
porque uno supone.
Errores de los seres humanos  ...suponer y no estar simplemente...espectantes.

Alfred Sisley

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