Uno espera, simplemente, como un habito mal sano de no saber estar sin nada mas que las manos abiertas a lo que hay.
Espera lo imposible, lo que no va a llegar, lo que no desea, en el fondo de su alma.
Uno espera tener RAZÓN. Aun a costa de la infelicidad, del fracaso, del hastío.
No lograr es mucho mas fácil, uno siempre puede quejarse del destino, de la mala suerte, del azar, y aun así seguir esperando.
Espera lo imposible, lo que no va a llegar, lo que no desea, en el fondo de su alma.
Uno espera tener RAZÓN. Aun a costa de la infelicidad, del fracaso, del hastío.
No lograr es mucho mas fácil, uno siempre puede quejarse del destino, de la mala suerte, del azar, y aun así seguir esperando.
Carlo Carra |
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