sábado, 10 de diciembre de 2011

CARETAJE


¡Que lindo es cuando una gesto afectuoso llega, sin explicación, sin motivo, sin causa, porque sí¡¡¡¡.
Este es un mundo demasiado racional donde no debe serlo. Se estudia todo lo afectivo, se cuida uno de no sentir para no sufrir, y falta garra para transmitir afecto. 
Sin embargo, aceptamos lo irracional en las concuctas zarpadas, zafadas, excesivas. En los desbordes pareciera que estamos de acuerdo, y el que dice lo contrario es visto como raro. 
Lo racional es solo atendible en un ámbito que le es ajeno: el de las emociones y los afectos. 
Esto me resulta bastante incongruente. 
No nos vamos a sentir mas pobres por decirle al otro que lo admiramos, lo queremos, lo valoramos. Así como es valioso disentir cuando vemos que tenemos desde donde hacerlo. 
Observo un mundo muy careta, en un mal sentido. 
Se pide lo que no se da. 
Ningún compromiso en serio empieza sin una apuesta a lo auténtico. Al menos, lo auténtico de la propia apuesta, que puede llegar a caer en saco roto, rotísimo¡¡¡

viernes, 9 de diciembre de 2011

Un beso del viento

Cada paso que doy espero que se acerquen mis sueños.
Yo se que los sueños no se mueven,
soy yo la inquieta que espero
un paso dar, y recibir un beso del viento.

Edward Cooke

Ejerciendo mínimas proporciones

La capacidad de responder por las cosas que dependen de nosotros debe ser armonizada con la aceptación de las vicisitudes que no elegimos y tenemos que enfrentar.
No somos responsables de todo lo que nos afecta. Es más, a veces nuestra capacidad de modificar los hechos que injustos o dañinos es mínima, pero en esa mínima proporción, es indispensable ejercerla.

Edmond Aman-Jean

jueves, 8 de diciembre de 2011

MI PADRE





Mi padre, ese hombre con barba blanca, con aspecto de rabino del once, que caminaba con pasos sin futuro...me miraba y mutaba.
Estoy hablando del epílogo de su existencia. De nuestra existencia en común. Del comienzo de mis recuerdos solos. 
Fui su alegría y eso lo sé.
No salida de su esperma, fui fruto de su entrega a esta hija adopitva a la fuerza.
Persona triste sin demostrarlo, y comunicativa, carismática, como nadie en este mundo. Sensible; Con manos como nunca volví a conocer en mi vida. Capaz de tocar el piano, pero no de acariciarme. 
Su nariz y sus manos. Sus ojos claros, sus ironías, y esa soledad que únicamente abandonaba, muy de vez en cuando, con su amada hija, escuchándola hablar como loro. Mas tarde supe de eso de hacer de cuenta que uno escucha cuando está totalmente inmerso en mundos insondables...Mi padre no me escuchaba, oía la lluvia monótona de mis palabras, con silencio amoroso.
Ese era mi padre, es mi padre, Jorge. 

Mi incertidumbre

Ahora que todo se mueve, todo cambia, todo se desvanece, la única seguridad es mi incertidumbre. 

Allan Banks

El hombre auto-destructivo

La capacidad de destruir al mundo existe hace muchos años ya. De no superar el amor y la solidaridad al odio y las guerras, no existiríamos.
Somos muchos los seres humanos que luchamos a diario, algunos (no yo, no soy tan estable), de manera esporádica pero con fuerza, otros, con lo que solo conduce a la destrucción de la vida.
Si no hubiese tanto trabajador anónimo, ¿como sería hoy este mundo?
Querido amigo, para cambiar el mundo hay que empezar a cambiar lo diario, y hacer ese mínimo cambio posible. Si decimos que eso esta destinado a seres especiales, sin darnos cuenta, estamos depositando nuestro destino como humanidad en hombros ajenos. 

Altichiero de Zevio

La historia de la humanidad

El ser humano no vive sin la sociedad. Pero esta relación no es de su total agrado. Debemos resignar muchas cosas para convivir con el resto de los seres humanos.
Y entre el individuo y el interés social siempre hay una puja de poderes. Es la historia de la humanidad.

Francesco Albani

Buscandome

 Te deje entrar en mi vida, de a poco, y sin darme cuenta, me fuiste acaparando todos mis ratos, mis momentos de ser yo. Hoy no sé como soltarme porque no se a que estoy atada, ni como pasó...

Angelo Asti

Los tres monos sabios

No es bueno estar perseguido ante supuestos enemigos invisibles, pero no hay que dormirse en la opinión de los demás.
Para eso tenemos nuestra propia cabeza, ojos, oídos. Acordémonos de los tres monos sabios.

Juan Agustín Abarca 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los obstáculos mas díficiles

Los obstáculos mas difíciles de vencer son aquellos que no detectamos como tales, que pasan desapercibidos...que consideramos algo habitual, familiar.

Tito Aguiari

Batallas

La violencia doméstica es ahora visible, cuando hasta hace poco era una costumbre, algo tan habitual que uno ni cuestionaba su existencia, como no se cuestiona la excesiva oferta de comida en todo momento, o el ruido excesivo en las calles...lo que ahora se ha transformado en prácticamente una naturaleza.
Pero que algo sea visible, no quiere decir que esté controlado.
La adicción a las drogas es hoy en día aceptada como un flagelo que tenemos instalado, y sin embargo, no ha dejado de ser un factor para el cual hay mucha batalla que librar.

Adriaen Brouwer

La indiferencia

La indiferencia es fruto de un largo trabajo con nuestras pasiones. A veces es la espontánea respuesta ante lo que no significa nada para nosotros.
Otras, es el fin de un largo proceso de apaciguamiento de nuestras emociones encontradas. En definitiva, cuando se logra este estado ante alguien que nos provocó dolor y amargura, decepción y tristeza, hemos logrado lo mejor para ambos: desligar nuestros mundos, para que no vuelvan a tocarse.

Ivan Aivazovsky

Presente

Hay gente que hace cualquier cosa por estar presente en la vida de otra persona, menos lo que debe hacer.

Andreas Achenbach

martes, 6 de diciembre de 2011

LA INFIDELIDAD

El fiel es el que puede sostener un orden en las cosas.
La infidelidad no es mala en si, sino que conduce a la confusión y a la desconfianza.

Knaus


Los peces de la ambiguedad

Los peces de la ambiguedad nadan en aguas turbulentas y viven devorando a los eternos desprevenidos que creen en los peces de colores.
Reyes del "mentime que me gusta", están a la orden del día. 
Por lo tanto, es preferible una verdad amarga, y concreta, a un anzuelo de caramelo.

Max Pechstein

La verdad oportuna

Quien nos es fiel, debería ser capaz de decirnos lo que piensa de nosotros, sin que esto resulte agraviante.
Porque la verdad solo es verdad cuando es oportuna, o sea, cuando se dice en el momento preciso para que sea entendida.
De lo contrarió es agresión. 

Heinrich Fuger

La palabra, una eficaz herramienta de ser bien empleada

Cuando la palabra no es un adorno, que sirve para la genuflexión del líder de turno, es una herramienta importantisima de comunicación, y por ende, un agente de cambio.
Pero cuando se pervierten sus fines, en vez de comunicar sirve para impedir que todo cambio tenga un lugar, a través de la autorización de unos pocos de sus usos, pasando los otros a formar parte de la clandestinidad, o de la poesía.

Max Liebermann



La fidelidad

La fidelidad no se pone en riesgo porque cuando esto pasa, ya esta perdida. 

Anselm Feuerbach

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA PRIMERA NOCHE DE AMOR EN EL HAREN



Jan Metsys

El harén estaba dispuesto. El sultán debía hacer su aparición inaugural luego de su asunción como heredero de su padre.
Las mujeres del harén se venían preparando con antelación para los nuevos tiempos.
Cierto era que los últimos años de vida del viejo sultán habían dejado a Zoraida y Zulema, así como a Zobeida muy alicaídas.
Eran tres mujeres de fuerza y garra para las lides del amor. Y siempre habían hecho frente a las solicitudes de su amo y señor con la mejor eficiencia y eficacia, no exenta de pasión.
Zobeida con sus cuarenta años aún estaba en la edad en que las mujeres tienen la sangre arrebolada y sueños hirvientes.
En los primeros años de su juventud su amo AMID fue su hombre. El único que logró hacer sentir su cuerpo como el de una mujer. Es más, podría decir que AMID fue el ejecutante de ese instrumento erótico que era el cuerpo articulado para el sexo, de ZOBEIDA.
Esta sentía pasar los dedos de su amo por sus ancas y su piel se erectaba no necesitando otra señal para estar lista para el amor.
Los últimos años del viejo sultán fueron raleando los encuentros y ZOBEIDA debía transformarse mas en una madre que aplaude el desempeño mediocre de su niño que en una amante desbordada por el amor de su hombre.
Finalmente el señor dejó de visitar su harén.
Y por consiguiente, vino la muerte del señor.
A AMID lo sucedió el hijo de ARID, la segunda esposa de AMID, el joven NAIR.
Todas las expectativas del serrallo estaban puestas en él.
Desde las jóvenes quinceañeras del serrallo que aún estaban a la espera de ser desfloradas, hasta las matronas que ya estaban en sus últimos fuegos pero no por ello podían olvidar sus alientos y calores de lunas pasadas, todas soñaban con la asunción del joven que estaba llamado a colmar las expectativas del harén.
Durante los próximos cincuenta años, no habría otro hombre que NAIR para hacer vibrar el ardor de las huríes de ojos oscuros como la noche sin luna, y la piel lustrosa  y las caderas generosas de las mujeres que esperaban despedirse de su vida amorosa entrenando la carne y la piel de su nuevo señor.
Al final de cuentas, todo en esta vida se paga. El padre les proporcionó el placer que aún no conocían y ahora debían devolver al hijo lo que éste venía a tomar de su ser, transitado ya por la voracidad paterna, voracidad sin límite hasta que la vejez pudo con la hidalguía.
La noche de la asunción fue especial. La luna era de una magnificencia solo comparable a la de las perlas en el cuello ambarino de ALONDRA, la joven que esperaba en el lecho al joven sultán.
Ya se había ido tranquilizando el laud, y las luces de las antorchas dieron lugar a discretas velas que solo permitían adivinar el lecho del sultán y ALONDRA.
Esta esperaba, retocando sus detalles, el lunar pintando en la mejilla, el cohool de sus ojos negros, pellizcando sus pezones rojos para darles mayor color y erguirlos a la altura de las circunstancias.
Toda ella era una antorcha prendida. Años hacía que ALONDRA esperaba a su primer hombre.
Aleya su madre, la había encontrado una noche, recién convertida en moza, en brazos de un bello joven avezado en amores furtivos y logró apartarlo con suficiente premura como para no haber estropeado el futuro encuentro de ALONDRA con su futuro señor.
No obstante, ésta no había podido apagar nunca el fuego prendido por esas jóvenes manos cetrinas. Y ardía desde entonces a la espera de una piel que terminase con lo que él había empezado.
Nada de la soledad era igualable, ni siquiera las sabias manos de las mujeres del serrallo, que eran hábiles y ajetreadas en la tarea de aliviar las tormentas generadas por su señor.
ALONDRA yacía con su cuerpo abierto, su alma en vilo, y mirando hacia la puerta. De pronto, se oyó pasos en el pasadizo que conducía de la otra ala del palacio a la cámara real.
ALONDRA ya se anticipó a lo que hacía años estaba esperando. Años soñando con esos ojos oscuros que parecían indiferentes pero quemaban desde lejos. NAIR era un joven bello, suave, con mirada dulce y distante.
Solo pudo perdonar a su madre por haberla dejado sin  terminar su obra con su amado, al conocer los ojos de su futuro señor.
Este venía de lejos, de tierras tártaras, donde había estado librando batallas contra los infieles.
Largas peleas de hombres duros, en noches de vientos interminables en el desierto.
Eran proverbiales las historias narradas acerca de las destreza de su señor con los caballos, el los encuentros con el enemigo.
Ella quería colmar de una vez su sed. Rozar con sus suaves manos la piel ardida por el sol del SAHARA de NAIR.
Cerró los ojos, y  solo el sentir del aroma de los pebeteros que se agitaban al paso de su señor, su cuerpo sufrió un estremecimiento que anticipó de alguna manera al éxtasis.
Esperaba, con el aroma del cuerpo de su señor acercándose….
Algo brusco pareció caer sobre el lecho, que la sorprendió, y otro cuerpo encima del anterior.
Las risas parecían campanas, y el joven NAIR con sus dientes blancos como nácar abrazado a otro joven del harén, quien había ayudado a calmar tanta sed en los últimos años de decadencia del señor, yacía de espaldas sobre el edredón de seda.
Ninguno de los dos miró ni por un momento a la joven que yacía escondida entre las cobijas del lecho.
Esta se fue dejando caer suavemente hasta desaparecer bajo el lecho. Allí sus lágrimas de despecho, resentimiento, dolor, se juntaron y llenaron su boca de sal.
Allí quedó dormida, con su mano entre las piernas. Sin lograr calmar su sed.
Su señor NAIR no iba a necesitar de los servicios de sus mujeres.
Eso era visto.
Los próximos cincuenta años, el harén debería buscar alguna forma de dar salida a sus fuegos. NAIR estaba acostumbrado a la guerra y sus premios. A los jóvenes que luego del vino y los cantos se arrimaban a su piel y lo extasiaban con su aroma de fuerza y arrojo.
El señor cerró la puerta al serrallo.
ALONDRA desapareció en el fresco de la noche y nunca se volvió a saber de ella.
Se dice que está en el desierto, en la grupa de un caballo negro, montado por un brioso corcel.
Con ella sueñan las mujeres del harén. Sueñan y tejen, hilan y esperan.
Algún día cambiará la suerte, y el próximo señor será una nueva aurora.

Viajeros de este mundo humano...

Si no pretendemos de la vida lo que ella no nos prometió, encontraremos en ella un mundo de constantes realidades que se agolpan para que las veamos pasar, invitándonos a participar.
Por suerte la variedad de emociones esta garantizada. Si la sabemos captar.
Viajeros de este mundo humano, no dilapidemos en espera.
Derrochemos en jugar.

Henry Bone

El desaliento obra de contrapeso

De lo que no heredamos solemos obtener el don del esfuerzo, del empeño, o, en caso contrario, del sometimiento.
Del primero al segundo hay un pequeño espacio. El desaliento obra de contrapeso. Cuidado al dejarlo arrimar.

John Everett Millais

Los trapecistas

Los trapecistas de la vida solemos ver en los abismos canteros de flores.
Soles que nos iluminan el camino, 
y lunas menguantes para sentarnos a descansar.
Desafiando la gravedad de las cosas,
simplemente caminamos y no miramos abajo.
Debo aprender a sortear los abismos 
que la tierra pone a mi paso a cada rato
cuando perdí altura y no pude levar anclas.
Es difícil mantener el equilibrio entre fuegos de miradas
que me arrancan la piel y piden más.
Una trapecista que, de vez en cuando,
los guantes de box se ha debido calzar.
La belleza y la inteligencia son malas armas 
cuando no se piensan usar.
De los golpes recibidos no he obtenido callos.
Solo la incapacidad de quedarme en un lugar.

Albert Lynch

Sabor a traición

Solo prometo aquello que quiero hacer. Los compromisos son mentiras anticipadas, con sabor a traición.

Christiaen Van Couwnbergh

Si esperase...

Si esperase el momento de inspiración para escribirte de la mejor manera posible lo que quiero decirte...seguramente nada de esto hubiese sido escrito.

Brian Ballard

domingo, 4 de diciembre de 2011

SOÑANDO

Nos pasamos SOÑANDO que haremos:
Cuando estemos mas delgados
Cuando tengamos tiempo
Cuando tengamos mas dinero
Cuando seamos libres
Y mientras tanto...¿Qué estamos haciendo con este día de sol, con este cuerpo vivo dispuesto a gozar, con nuestras ganas de viajar por cada detalle del mundo que nos rodea?
¿Por qué esperar?
La libertad esta en soltarse de las muletas de las condiciones que ponemos para empezar a andar.

Dalí


El mundo de los sueños y el mundo

La mujer real jamás podrá competir con la soñada.
El príncipe azul es una imagen sin carne ni valor.
El mundo de los sueños es totalmente diferente a la vida cotidiana. 
Ambos se complementan y se enriquecen mutuamente, pero jamás uno puede reemplazar al otro.

Van Gogh
 

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