sábado, 16 de marzo de 2013

Todo tiempo pasado fue mejor



El paso del tiempo favorece el trabajo del olvido. Sabemos hoy de la selectividad del olvido, y de su tendencia a poner bajo su manto las notas dolorosas de nuestro pasado. 
A modo de ayuda para convivir con el presente sin el peso de dolores ya prescritos en la realidad, nuestro psiquismo actúa de manera de que la realidad cuente con el peso necesario para preservar la capacidad de adaptación.
Ahora bien, no exite un borramiento de los hechos dolorosos. Y si algo parecido hay en el psiquismo humano, esto es lo más grave que puede sucedernos, ya que implica la pérdida del material necesario para poder ser dueños de nuestras experiencias pasadas, y, llegado el caso, hacer uso de ellas de la mejor manera posible. 
La negación, cómo tantos otros mecanismos psiquicos, opera modificando y atenuando el recuerdo del pasado de manera que se recuerdan los buenos momentos por sobre los que no lo han sido tanto.
El precio de esto es el empobrecimiento de otros datos de la memoria, que también se ven alterados, como si un hábil estafador hubiese llevado a cabo una obra completa de reconstrucción del pasado, para hacerlo creíble y aceptable por nuestra conciencia y las pretensiones de nuestro yo. 
De ahí entonces, que la niñez de la mayoría de la gente, al preguntárseles sobre ella, sea un recuerdo feliz, aún cuando no lo haya sido en la experiencia vivida. 
Y los padres de uno, quizás, con el tiempo, lleguen a ser perdonados al modo de la reacomodación que hace nuestra forma de adaptar la historia a nuestra capacidad de tolerarla.
Es asombroso lo diferente de los relatos de varias personas entre sí, con respecto a sus vivencias de un pasado en común.
De lo cual se desprende clara e indubitablemente, que el pasado sufre una elaboración constante y el recuerdo es un producto casi ficcional, pero siempre en alguna relación con los datos originales.
Hay una excepción no menor a esta forma de funcionar de nuestro sistema psicológico. Y es el producido por LOS EFECTOS TRAUMÁTICOS. 
Estos, que son dieferentes para cada persona, pero que en sí, podemos considerar como universales : el abuso vivido en la niñez por parte de adultos, sobre todo de adultos del entorno familiar, como padre, madre, tíos etc. Situaciones de pérdida de las figuras de sostén de nuestra infancia, como nuestros padres, o hermanos, o alguna situación que para ellos haya sido desestabilizante de su lugar de figuras de sostén para nuestra vulnerable situación de niños. 
LOS HECHOS TRAUMÁTICOS DE LA REALIDAD; guerras, desastres naturales, etc, masacres, dejan huellas que varían de una persona a otra. 
Es increíble la capacidad de nuestro aparato psíquico de sobrellevar hasta los hechos más terribles. EL TIEMPO NO TODO LO CURA, PERO LO PATEA PARA ADELANTE, COBRANDO SU TRABAJO CON UN COSTO USURARIO. 
Si no se logra rehabilitar el contacto con el material olvidado o modificado, pero vivo en un lugar de nuestro ser, el presente estará en constante zozobra, pagando con angustia lo que no recuerdamos, o repitiendo lo no recordado. 
En definitiva, LO VIVIDO VIVIDO ESTÁ. Y EL MAQUILLAJE DEL PASADO TIENE UN COSTO EN LA PÉRDIDA DE NUESTRA LIBERTAD DE CONSTRUIR UN PRESENTE MAS ADECUADO A LA REALIDAD QUE HOY VIVIMOS, ya que lo que no recordamos, no crece, sigue con la vulnerabilidad de la niñez, esperando lo imposible. 
PONERSE AL DÍA CON LA PROPIA HISTORIA ES LO MÁS PARECIDO A LA LIBERTAD, de que podemos gozar los seres humanos, al menos hasta el presente. 


Esti Levy



No se trata de hablar,a veces, a quien no nos puede ya escuchar, sino de callar. 
Callar es mantener el caos de las palabras que atosigan la cabeza, en un orden de cuartel.
Entrenar el silencio.
Porque los discursos airados se revelan. Pretenden monopolizar todos los espacios, colmar todo el pecho con sentires breves y recios como huracanes. 
No es fácil hacer dormir a los gemidos que claman ya por la presencia que no acude, la justicia que no llega, la promesa no cumplida.
El arroró de lágrimas que manan hacia el pecho, ahogan las honestas pero ingenuas pretensiones de parir sonidos. 
Porque el fuelle del pecho se entona, acopiando los pesares de los días, haciéndolos transformar en bagualas, en melodías. Y así dormir al niño dormido de la esperanza. 
Nada de derramar la belleza del amor vivido, a expuertas, con proverbios que reniegan de lo que fue nuestra verdad más absoluta y personal un día. 
No es cualquier cosa romper la melodía mágica de la tarde con un requiebro, un lamento así nomás parido, que parte en dos la vida. 
Callar, que no todo es voz y grito, y al escarnio de los hechos que nos han herido, nada mejor y más mortal que la muda indiferencia, en el atardecer nacida.

Sophie Van Moffaert


Me asustan los fundamentalismos de todo tipo. Aún los del amor, los de la felicidad eterna, la bondad impoluta de la sociedad ideal.
Dos fundamentalistas juntos pueden destruir lo que tantas millones de personas, con algunas pocas pero firmes convicciones hemos sostenido durante siglos.

La peor locura es la de pretender encontrarle un sentido a todo.
Las grandes matanzas de la humanidad se han hecho en nombre de la paz y de la unión de los hombres. 
Las guerras han usado la excusa de la defensa de la libertad de los individuos cercenando la primera de todas, que es la de estar vivo. 
Terroríficos dictadores y psicópatas son los mejores argumentadores de la historia, y han llevado a nuestra tierra al borde de los abismos de lo inconcebible. 
Por todo ello, tengo mis grandes dudas cuando escucho a alguien explicar mucho ciertas cosas....
Las explicaciones ocultan verdades dolorosas, e intenciones deshonestas.

La división de la realidad en extremos de buenos y malos nos desliga a cada uno de nosotros de hacernos cargo de nuestros aspectos negativos involucrados en los escenarios de nuestra vida.
¿Porque será tan necesario buscar ideas positivas, si lo malo sólo es parte de está en del entorno?
Porque no aceptar el equilibrio que esa positividad viene a contrarrestar, la de todas las miserias que pesan como cadenas en nuestros pasos presos del pasado. 
A veces creo que el mundo va a ciegas, con los ojos en la nuca, y llevándose por delante una realidad que apenas puede palpar con sus manos extendidas, para cachetearla, y hacerla desaparecer.


Eran jóvenes, o quizás no tanto...
lLo suficiente para hacer el amor en cada lugar de la casa, en cada oportunidad de escandalizar a sus conocidos y parientes, dentro de un baño ajeno, en un bagón de tren, en el camarote del capitán de un catmarán...
Tan locos estaban que se peleaban a los gritos por razones...
Esgrimían argumentos muy racionales sobre los motivos por los cuales se sacaban de quicio en culquier momento, de cualquier manera, morían de amor. 
Ambos competían por esa razón que los salvase de sus reverendas ganas...única causa que los motivaba a esos sube y baja constantes que matizaban y mareaban su vida como una vida en altamar y en presencia de eternas tormentas. 
Siempre estaban al borde del naugragio, y ya, en el momento justo de estar por perderlo todo, uno de los dos locos volvía y se agarraba a una estúpida pero razonable excusa para seguir haciendo sus locuras de amor imposible 
Razones que solo sierven para calmar a los locos. MANTRAS QUE SE REPITEN DE MANERA MONOCORDE, PARA CONVENCER POR CANSANCIO, LO QUE CIERTOS RAZONAMIENTOS IGUALMENTE ARBITRARIOS NO LOGRABAN DESPEJAR...
En fin, el amor es a veces, cosa de locos. Toda reconciliación era el motivo ideal para ver en el otro lo que siempre se había soñado encontrar, y cada enojo, la mayor desilución y la peor traición concebible. 
El amor se transformaba así en una herramienta de fabricar decepciones seguras. 
Pero ellos lo preferían a eso tan duro y que no querían ver ni oir, que se llamaba LA REALIDAD. 
Y así fue durante el tiempo en que pudieron vivir atados al mismo polín del barrilete. 
Todo barrilete termina bajando, y los dos locos de amor, cayeron, perdieron el conocimiento, se levantaron cada uno por su lado, se sacudieron la ropa llena del pasto donde habían caído, y se fueron cada uno por su lado.... en busca de una nueva ilusión.

Con el tiempo me di cuenta de que una vez que aprendí a conocer como ser feliz, para sostenerlo es conveniente dejar lo que no es para mi, aún cuando me resulte bello y tentador, sin exigir a la historia que me de una vida. 
Eso sí, nunca resignar aquello loco que me hace sentir yo misma y que entroniza en mi una persona diferente a lo que yo misma me hubiera imaginado jamás. ...

No hay otra identidad que la de ser cada día más idéntico a lo que uno quiere ser, a lo que uno quiere... a lo que ...
NO HAY IDENTIDAD POSIBLE, más allá de las buenas intenciones de ver igualdad donde solo hay diferencias pequeñas, diminutas, hasta imperceptilbles.
Y allí se juegan el amorodio de que genera las guerras santas, y también las agnósticas, las guerras de simples balas y sangre. 
Igual abuso de poder, de vidas ajenas, de ajenidad en lo que a lo humano se refiere. 
La igualdad es la de las fábricas, la de los moldes con que los prejuicios pretenden achicar el riesgo de apostar a ver. 
Identidad es ilusión. Nada es idéntico. Ni siquiera la gemelidad de las almas gemelas, que son almas con cuerpos diferentes, deseantes, recorridos por una particular, única y exclusiva forma de sentir los dedos en la piel ...

La gente negativa es la que nos ayuda a quienes queremos ser positivos, a entrenar. 
Derribar sus constantes objeciones, sus obstáculos hasta para resiprar el mismo aire sin encontrar una queja, nos ayuda a ver el lado breve y bueno de la vida.
Lo malo de la gente negativa es no saber aprender con ella, y no de ella. 
Y además, el problema es que esta gente son puro goce, sin estribos, pura muerte encarnada, y palpitante. Y no hay forma de reciprocidad que vaya a cuento con ellos. 
En definitiva, la gente negativa se torna en un buen objeto a sortear, y dejar atrás, lejos...

LA IDENTIDAD

La identidad se escurre.
Cuando parece tomar cuerpo 
en los datos de un pasado que deja esquirlas. 
algo del presente deshace lo construido.
Y a volver a empezar con la tarea de dejar huellas
en la arena
y bajo la sombra del verano. 
Igual se ven los lugares conocidos 
allí hay niños, perros, poleras de cuello volcado,
cosas setentistas, que me recuerdan mi infancia. 
Vuelven los postizos y los vestidos de los años sesenta, 
y hasta se corporizan recuerdos de los que no tengo memoria
sino imágenes, raras imágenes de una niñez pop.
Briggite Bardot, Jaqueline Kenedy Onasis, 
la niñez naif de los ford falcon que bailaban en una publicidad.
Lo que fuimos es ocaso, 
sobre esas triunfales caídas se reconstruye un intento
que no se equivoca al volver a intentar siempre
otra vez. 
Cada intento incorpora algo diferente
un estilo que ordena las piezas de otro modo. 
Nada de lo que nos pasó es ajeno al hoy, 
sólo una pieza, y parte del juego para armar.
"-Dame el hilo de Ariadna, díos mío, Padre..." 
No es fácil salir del laberinto de las respuestas
que confunden todas las posibilidades de saber. 
Hasta que nos damos cuenta de que son asunto ajeno
cosa juzgada en el pasado de los días...
días que ya están contados. 
la playa, el resuello del mar es igual
en mi sexo y en mi voz, 
en la punta de mi nariz,
pero que nueva sensación èsta de saber que el hoy es mío¡¡¡
La vida es una insistente muestra de las mismas cosas
con distintos escenarios.
Hoy veo a cierta gente decir lo que hasta ayer ocultaban
hasta yo me animo a ponerme a jugar con mis caras, y mis variados trajes
que parecían simples maniquíes desvestidos. 
La identidad se escurre, 
y en el espejo de tus ojos
encuentro una imagen muy antigua
muy mía, pequeña, que se me aparece cuando cierro los ojos, 
debajo del sol, apretada contra la arena, 
sola con mil millones de granos de arena, 
yo, un grano más...
M.G.
El prejuicio marca mi punto ciego, aquello que para mi está normalizado, y por tanto no puedo juzgar de manera objetiva.
Si con la palabra CAMBIO aludimos a la pretensión de alterar la esencia de la persona, a lo que la define como ella misma, seguramente no hay cambio posible. Pero muchas veces, eso que llamamos esencia no es tal. Sartre hablaba de que los seres humanos somos seres abiertos a la experiencia con el mundo, seres PARA SI, inacabados, EN CONSTRUCCIÓN, traduciría yo. Y acuerdo con esta idea. HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO PODEMOS DAR MUESTRAS DE QUIENES SOMOS. Todo lo demás son generalizaciones.

LOS HIJOS DEVELAN ASPECTOS DE SUS PADRES. A VECES SACAN A RELUCIR LAS JOYAS ESCONDIDAS, Y OTRAS, LAS LACRAS QUE TODOS, MAL O BIEN LLEVAMOS DOMEÑANDO CON MAYOR O MENOR FORTUNA. 
SER HIJO NO ES SER CLON. ES SER EN RELACIÓN A UN PADRE. 
LO QUE SE HA HECHO CON ESTE PADRE CORRE POR CUENTA DEL HIJO. 
DE LO CONTRARIO, LA HISTORIA SERÍA UN DISPARATE, Y NO UN DRAMA.

"Las personas no cambian"
¿Que queremos decir con esta frase?
Propongo dos opciones. 
1- no se puede dejar de ser quien uno es. 

Hay una estructura de personalidad que no es modificable en sí misma,una vez construida en los primeros años de vida. Por eso la educación formal se lleva a cabo en la niñez, época de donde el ser humano es mas plástico, maleable, influenciable a los mensajes del medio, a imitar lo que ve en su entorno más cercano. A actuar acorde a lo que ve que es LA NORMA FAMILIAR. 

2- no se puede crecer ni mejorar actitudes negativas, reparar errores, aprender formas de compartir y de convivir.

¿que no se puede crecer ni mejorar actitudes negativas, reparar errores, aprender formas de compartir y de convivir?
¿Y a que apostaría la sociedad en su conjunto, la familia y la educación en general, la información en todas sus particularidades, si no apelase a la capacidad de modelar a las personas de alguna manera?
Y es por ello por lo que podemos modificar muchas cosas que se montan sobre esa estructura de personalidad. 
Se constituye en los primeros años de vida, cómo se construye una casa, por sus cimientos. 
Los cimientos humanos son el cuerpo biológico más el reservorio de las experiencias que hicieron de ese cuerpo un cuerpo humano, constituido sobre una historia familiar que lo introduce en el mundo.
Es por eso que el entorno es tan importante en la vida de la gente. Porque habilita que se pongan de manifiesto ciertos aspectos de la esructura de la personalidad y no otros. 
La sociedad, con sus reglas que prohiben para demarcar lo posible, en un encuandre de intercambio social establecido de manera consensuada, son disparadores de la estructura de personalidad. 
El entorno social de una perrsona colabora para que sea más feliz o encuentre más obstáculos para ser quien es. 

En definitiva, ante esta frase, así de corta, no me queda más que afirmar con un SI, igualmente corto. 
Solo que una persona ES SU ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD DESPLEGADA O INHIBIDA POR UN ENTORNO FAVORABLE U HOSTIL.
ORTEGA Y GASSET DECÍA "YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS"
La estructura de una persona no cambia, esa esencia, de la que habla la filosofía. 
Pero las circunstancias, o sea, las primeras experiencias que atravesamos en este mundo, y la cantidad de manos tendidas que nos ayudan a transitarlo con amor, mas las zancadillas que debemos sortear para seguir aprendiendo, son decisivas para que seamos quienes somos. Cada día un poco más nosotros mismos, o sea, un poco diferentes de cómo éramos antes de los golpes de la vida, y más diferentes aún luego de las experiencias que nos afirman en los caminos en que somos reconocidos. 
"GRANDES DELINCUENTES", puede ser una de las formas de reconocimiento social. 
Otra, más solitaria, si la sociedad no valora la honestidad, por ejemplo, es ser" UN HOMBRE HONESTO". 
En definitiva, cada ser humano es una promesa de un aporte diferente a la humanidad. La forma en que esa promesa se manifieste depende del entorno con el que se encuentre, y de su capacidad de hacer algo con ese entorno. 
ANDAR A SOLAS CON LO QUE UNO ES NO ES SENCILLO NI FÁCIL.
Y SE APRENDE ANDANDO. 
¿Será más fuerte la estructura o la insidencia del entorno?
Ese es el gran desafío. 
De hecho, es evidente que la sociedad modela desde nuestros gustos a nuestros valores. 
Salir de ese modelo es muy difícil para cualquier ser humano. 
Pero, por otro lado, sabemos que cuánto más fuerte ha sido la construcción de la estructura de una persona, menos expuesta estará a los vaivenes de las circunstancias de la vida. 
NADIE CAMBIA, PORQUE SI CAMBIASE, DEJARÍA DE SER QUIEN ES.
Mis ganas están emparentadas con los momentos de mayor soledad: antes y después de las ganas.

Suelo insistir en que el peor enemigo del hombre es la comodidad y la costumbre. Son anteojeras que no nos dejan ver más que aquello que estamos preparados para ver. 
Pero en una situación de crisis, en un momento donde es necesario VER, nuestras comodidades son lastres, que nos tornan ciegos. Nuestros objetos nos paralizan, y obturan nuestra capacidad de buscar lo que nos falta, que no son cosas...
El mundo humano está tejido de manera dilemática.
Buscamos allí donde no encontraremos, porque lo que importa es la búsqueda en sí. 
Cada momento humano se juega entre el DEMASIADO PRONTO y DEMASIADO TARDE. 
En el espacio único que nace entre ambos, como un resquicio, una rendija de luz y de brillo, está la vida.

Cuando un niño está bien alimentado y estimulado por el afecto y el interés de su padres, y de su entorno, la actividad de encontrarle interés y motivación a las cosas cotidianas queda librado al niño. 
Buscar interés allá donde no hay más que tiempo libre y algunos elementos que pueden ser usados de manera diferente a la que se los usa habitualmente, es una de las formas de desarrollar la imaginación, y de ir trabajando con el autocontrol. 
Cuando un niño está solo en un lugar seguro, confiable, se halla en las condiciones ideales para dar rienda suelta a sus aptitudes. 
Y si logra divertirse transformando él su entorno, tornándolo divertido, ésto aumentará de a poco su autoestima, y su capacidad de confiar en sí mismo, a la hora de enfrentar situaciones que no están pautadas, y para las cuales no hay soluciones o significados explicitos y manifiestos. 
En la actualidad hay una tendencia a pautar todos los momentos libres de los niños.
Algo así como anular esto del TIEMPO LIBRE para transformarlo en TIEMPO ÚTIL 
No obstante, un niño, teniendo libertad para elegir qué hacer en ese tiempo sin objetivos, tiene la posibilidad importantísima de aprender a hacer algo con sus propias sensaciones y emciones, por ejemplo. CONOCIENDOLAS, y buscándoles formas de expresión y de gratificación. 
El mundo de los juguetes que traen el goce prevenido y anticipado suelen durar nada, y provocar un enorme placer en un primer momento, ya que cumple una ilusión. 
Y luego, probablemente quede en el lugar se abarrotan todas las cosas muy deseadas de este mundo, cuando finalmente se hacen realidad. 
El espacio libre en un tiempo libre de pautas que excedan las esenciales para el cuidado de la seguridad del niño, posibilita la aventura propia de sentirse a sí mismo, y de imanginar que uno es un pirata en un barco que es una bañadera en el baño de la casa, hasta o hasta la búsqueda de un libro con las respuestas a todas las preguntas, en una biblioteca familiar. Solo que para esto úlitmo, hay que tenerla. Detalle éste no tan común.
Hoy en día los niños cuentan con un gran beneficio que preserva este espacio de libertad : la red. 
En ella se los deja horas donde pueden buscar libremente lo que quieran, y jugar a lo que se les ocurra. 
El uso que cada niño hará de ello dependerá de su características de personalidad, y seguramente pondrá de manifiesto la forma en que vive y recibe la información y las normas que regulan su vida diaria de relación. 
El problema que queda sin solucionar es la inclusión del CUERPO en estos juegos, en este espacio, donde todo es virtual. 
EL CUERPO DE LOS SERES HUMANOS DE ESTE MUNDO VIRTUAL ES EL GRAN TEMA A RESOLVER. 
YA HAY NIÑOS CON OBESIDAD, HIPERTENSIÓN, Y DIABETES 2. 
Hay niños abandonados a la red, cómo antes se los abandonaba en la casa, a su merced, o a la calle, a la crudeza de ese entorno impiadoso. 
Hoy el peligro está en el abandono del cuerpo, abandono que pasa su precio demandando cada vez más alimento a falta del espacio físico y la motivación ausente, que lo haga correr tras lo imposible.


"no es a vos a quien extraño
es este templo en ruinas que quedó cuando me declaré agnóstica de tus ojos y de tu voz".


Se empieza a envejecer cuando es mayor el deseo de defender lo ya conocido, que la curiosidad por las verdades a descubrir.

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