sábado, 29 de enero de 2011

RE FLEXIONES

MONET
Si querés empezar a sentirmte mejor, respira hondo, suelta todo el miedo que te obstinas en conservar por si acaso...y solo sonríe. 
No te preguntes demasiado, porque los motivos acuden en tropel cuando hay campo propicio para la semilla de la esperanza.

LO POSIBLE

SOFONIBA ANGUISSOLA
No se puede luchar mas que contra lo que depende de uno. La malediscencia y la envidia ajenas no son nuestro problema. 
Si somos ricos de alguna riqueza, alguien nos envidiará. Pero podemos trabajar con nuestros sentimientos de envidia y nuestra prepensión a hablar de los demás

RE FLEXIONES

Cuando me enojo mucho con alguien, dudo. Y me miro el alma. 
Algo me dice que estoy siendo "demasiado severa" con una actitud ajena.
Lo cual me hace pensar que no es ese alguien el motivo fundamental de mi enojo, sino algo mucho mas personal, algo mío. 
Hay un montón de actitudes mías que no me gustan, pero, sin duda, enojarme es la que además de triste, me deja solo.

RE FLEXIONES

Para preguntar es necesario que yo reconozca que no entendí, y eso es algo que no todos se permiten: no entender.

RE FLEXIONES

Uno de los factores que mas afectan a las personas que quieren bajar de peso es el ejercicio desmedido del enojo. 
Cuando se le da un lugar demasiado protagónico a los enojos, sean motivados o no, perdemos es timón de nuestra vida y quedamos a merced de quien nos provoca ira, bronca, o como quieran llamarlo. 
SEÑORES, ENOJARSE MUCHO ENGORDA.

RE FLEXIONES

manifestar nuestra disconformidad no es la via libre para descargar la ira

RE FLEXIONES

El costo que se paga por la aparente fortaleza es la perdida de aspectos riquisimos de nuestra persona: nuestra sensibilidad

RE FLEXIONES

Hay que ser muy fuerte para lograr convivir armonicamente con los aspectos mas debiles y vulnerabled de nuestra personalidad. Por eso muchas veces se opta por negarlos y hacer como si no existiesen.

jueves, 27 de enero de 2011

LAS BUENAS GENTES

Juancito miraba por la ventana, pasar en bicicleta la tarde, mientras sus piernas, reposadas en la silla, no respondían a las ganas irreprimibles de pedalear para llegar del otro lado del valle.
Si, más allá de ese valle donde entró una vez en esa casa desierta, vieja y abandonada, con su amigo Lorenzo. 
 Se comentaba en el pueblo que algo extraño había sucedido en la que había sido la mas hermosa y lujosa de las casas de lugar.
Se habló de un delito, de una muerte misteriosa... También de un secuestro. Nada de eso fue corroborado.    
Lo único fuera de toda duda fue el cartel de venta puesto sobre el frente de la casa.
No obstante, la casa nunca se vendió.
 Las telarañas y alimañas se adueñaron con  su habilidad y constancia consabidas, de lo que antes eran paredes blancas, estuco, puertas lustradas. 
El abandono nada lo perdona. 
Los pájaros se acostumbraron a hacer sus nidos sobre los cantos de los postigones entreabiertos. 
Las malezas de a poco fueron haciendo ceder la resistencia del piso de mandera de roble, para crecer entre sus rendijas, cada vez mas pronunciadas. 
Finalmente, como siempre pasa, la naturaleza se impone a todo intento humano de dominarla. 
Las habladurías, en tanto,  tejían historias acerca del destino de la familia desaparecida como por encanto, y vinculándolo con el deterioro que se fue adueñando  de la casa.
Finalmente terminó ésta por ocultarse de la vista del pueblo tras las malezas. 
 Es bien sabido que la gente en los pueblos acostumbra a construir historias anónimas, que se van enriqueciendo de boca en boca, y superan cualquier posible realidad que les pretenda hacer frente.
Es más, diría que no hay nada mas difícil que tratar de oponerse a un mito que se sostiene desafiando toda demostración.
Todos aseveraban al tiempo de haberse ido los ACEVEDO, haber visto de noche, a traves de las ventanas entreabiertas, a una mujer de blanco deambular por las estancias de la casa. 
Se decía que ella había muerto y era su espiritu el que vagaba sin rumbo, y que por tanto, no admitía otros habitantes en el lugar.  
Los únicos que se animaban a violar sus puertas casi entreabiertas, sus ventanas desguarnecidas por el tiempo, eran los enamorados, que buscaban lugar para sus encuentros nocturnos. 
Allí llegaron esa tarde, ya  a punto de oscurecer Juancito y Lorenzo.
 Tras atravesar todo el valle, y mucho andar barrio adentro, entre casas pobres, con chicos bañandose en charcos y tinas para calmar el calor del verano, se sentaron ambos a descansar, cuando una moto apareció de pronto a toda velocidad atropellando a Juancito,   Y dándose a la fuga. 
Entonces el niño, que no lograba ponerse de pié, se apoyó en su amigo, y ambos intentaron desplazarse. Juancito a la rastra, lagrimeando. Hasta que vieron perfilarse por entre las matas,como a una aparición,  a la casa. 
Allí estaba, enhiesta, blanca, espaciosa. Impecable. 
Sus luces prendidas para esperar la noche, con colores amarillos que ahuyenta a los mozquitos.
El brillo, el lujo y la limpieza del lugar contradecían todo lo que había escuchado en el pueblo y por su misma madre.. 
Lorenzo dejó a Juancito en el rellano de la puerta, y entró  a buscar ayuda. la sangre seguía manando sin cesar de las piernas de Juancito.
 Y en tanto avanzaba se iban abriendo las puertas de la sala, luminosa y con una gran mesa para una docena de comensales. 
Los candelabros encendidos, los platos dispuestos para la cena. Primorosos  cortinados de gaza, que se movían desplazados por el paso de la leve brisa que avanzaba acompañando a los niños por la estancia.
Apareció entonces una señora vestida de blanco, con largo cabello castaño, rostro sonriente, que parecía estar esperandolos.
Tenía una caja en su mano derecha, de la que sacó elementos de enfermería y tomando la mano de Lorenzo, fue hasta donde había quedado Juancito.
 Arrodillándose, se puso a curar las heridas de las piernas del niño. Enroscó  y apretó fuerte una tela blanca que sacó de entre los pliegues de su vestido, sobre la herida, parando así el sangrado. 
Tan dulce el roce de esas manos¡ El sonido de su voz que le decía que ya pronto nada le dolería...¡
juancito jamás olvidaría a esa señora. 
Una música suave provenía de algún lugar de la solariega vivienda. 
AL terminar la tarea, la señora se levantó y desapareció en la cocina, para volver con un refresco.
Juanito sentía su cabeza algo floja. La señora posó su mano en ella y luego todo fué oscuridad. 


La mirada de Juan seguía recorriendo esa distancia que lo separaba del recuerdo de su visita a la casa embrujada. 
Nunca más había podido volver allí,dado que a pesar de las curaciones  que le realizaran para salvar sus piernas, no pudieron lograr que volviese a caminar. 
 Se enteró, por su madre,   de que las llamas habían sido generosas con el recinto y poco habían dejado en el lugar, de lo que ambos niños habían conocido.
Ella solía recordar como los niños habían sido encontrados por un vecino del caserón abandonado, estando juancito desmayado y Lorenzo en un estado de total desesperación. 
Volviendo de su ensoñación, Juan dió vuelta la silla de ruedas para acudir al llamado de su madre, quien nunca se había acostumbrado a verlo en ese estado, y aún hoy sigue creyendo que todo fué por culpa de la bruja de la mansión, que se paseaba de noche entre las llamas, en los aniversarios de la fiesta del pueblo. 
Ella nunca supo que Juan no vió ninguna bruja y sí a una hermosa mujer, que paró con un  torniquete la hemorragia del niño, evitándole una muerte segura.   
No hacía falta, nadie cree en las buenas gentes. 

martes, 25 de enero de 2011

ENAMORADOS

Un día nuevo merece una apuesta a estrenar emociones .
Sacar a pasear los hongos del desaliento para que se desilachen al sol y se conviertan en margaritas, por obra y gracia de la vida. 
Las margaritas son el rosario de los enamorados.
El piso que caminemos se llenará de pétalos blancos, y miles de enamorados penitentes se transformarán en apasionados devotos de la vida.

LA BICICLETA ROJA


La mesa estaba ya limpia.
L evantada la vajilla de la cena.Ninguna miguita de pan alteraba la pulcritud ancestral de esa cocina. 
Azulejos azules, piso de mosaicos negro, siempre brilloso, impecable. 
La mujer se había sacado la cofia blanca y, limpiándose unas gotas de sudor con el delantal, se fué al toilette para prepararse. 
La luna hacía rato había dado la vuelta en su camino hacia el cenit. Se hallaba en retirada y disipando su luz por las siluetas de las bajas casonas del barrio. 
Ni un ruido, un silencio total en esa noche de verano, ya terminada, mutada en madrugada.
Algo parece alterar de pronto este clima cuando el ruido de la cerradura rompe el aparente hechizo. 
Se abrió la puerta y entró un hombre de mediana edad. Alto, corpulento. 
Su cara es de fatiga y tristeza indudable.
Sin mirar a su alrededor, entró en el comedor y derrumbándose sobre un sofá. Allí, en esa posición, queda  contemplando cada objeto del lugar como si lo viese por primera vez.
Mira así la biblioteca de su padre, llena de libros de lomos dorados y verdes. Prolijos libros de derecho, que no habían sido consultados en años.
Mas manoseaodos se veían los libros de novelas de su madre. Libros de autoayuda, de distintos autores, y novelas de novelistas latinoamericanos, favoritos de su madre.
Entre ellos, un libro que a ella le gustaba especialmente, de ISABEL ALLENDE: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS.
León se levantó como por un súbito impulso y tomó el libro ajado, lo abrió y entre sus páginas marcadas con birome por su madre, quien acostumbraba a dejar sus anotaciones en los mismos libros, con los que decía dialogar, encontró una foto, era la foto de su hermana Mara. 
Mara había fallecido hacía ya algunos meses, como consecuencia de un accidente. Su madre no fue la misma desde su muerte. 
La foto mostraba a esa joven sonriente y detrás de la foto, una frase, 
"hasta pronto, nos vemos..."
enero del 2008.


Dejó el libro de donde lo había sacado. Nada podía ser alterado de ese orden dispuesto por su madre. El había luchado por todos los medios por salvar a su hermana, y recién hacía pocos días les había sido  entregado el cuerpo luego de la pericia. 
De lejos, miró el dormitorio de su madre y la puerta cerrada. 
Fué hacia la cocina y abrió la heladera. Debía comer algo. Un largo día de velorio y el posterior entierro no había probado mas que café. 
 Encontó la comida que siempre le dejaba lista ella, sus milanesas a la napolitana, con ese queso bien derretido aún tibio, arriba de la mesa, junto a su plato, y sus cubiertos, como todos los días, su vaso para el agua, y los jazmines frescos del mediodía.
León no entendió que pasaba. Algo no cerraba en lo que estaba viendo. 
De todas maneras, estaba muy cansado y en esas condiciones, cualquier alteración de la percepción o de la razón es esperable.
Comió algo de la milanesa, tan rica como siempre, casi sin sal, y con pimienta. 
y sin mirar, vió apoyada contra la pared del pasillo la bicicleta de su hermana. 
Allí había quedado, su madre nunca la quiso regalar, ni guardar. Era su presencia, la de la hija que no volvió prometiendo hacerlo. 
La bicicleta estaba como nueva, roja, sin las huellas del auto que la atropellara. 
Raro.... Tan raro como el bastón del padre apoyado contra el secretaire francés, bastón que sí sabía él que había sido regalado a don Mateo, para su pierna enferma luego del ACV.
Leon empezó a sentirse muy cansado y se dirigió hacia su habitación, donde se acostó en su cama, pulcramente armada, como si ella la hubiese hecho. Ella, Mara. 
Poco a poco se le fueron cerrando los ojos y el cansancio pudo mas que la extrañeza. 
-querida, ten cuidado. Por hoy está bien, te entiendo, el no ha notado nada. Pero desde mañana, sabes que esto ya no es posible. Ahora debemos dejar a Leon. Es por un tiempo, ya sabes. 
-Si, ya lo se, mi amor, claro que lo sé. Ahora mas que nunca. 
Y ambos ancianos tomados de la manos se alejaron definitivammente juntos, mientras Mara esperaba. 
Ella esperaba.


Es una actitud superficial pretender estar delgada/o?


Lo cierto es que con el tiempo, una se va acostumbrando a que el cuerpo vaya cambiando, algo que forma parte del ciclo vital. 
La obsesión por la belleza fisica o la eterna juventud síi sería un signo de pobreza en otros aspectos de la persona.
Pero cuando se trata de cuidar el peso corporal, la cosa es diferente.
Y de eso nos estamos dando cuenta hoy en día. De la importancia creciente que va adquieriendo el tomar riendas en este tema, como una forma mas de cuidar nuestra salud y bienestar.
Hasta hace unos años el sobrepeso era solo considerado un tema estético. Hoy se sabe que además, es signo de trastornos de salud física y mental. 
Porque? Porque las condiciones de vida han cambiado demasiado para asegurar que lo que son hoy unos pocos kilos de mas no seran en poco tiempo un exceso dificil de controlar, y que no traiga otras consecuencias para nuestra salud, como diabetes, problemas articulare, cardíacos, y hasta problemas sexuales.
No olvidemos que hasta hace quince años, sin ir mas lejos, INTERNET no existía y nos movíamos para hacer cosas que hoy no requieren mas que mover un mousse o una tecla. El control remoto, el celular, son todas maravillas que ampliaron nuestro mundo. 
Pero si no vemos sus desventajas, terminaremos lamentando lo que nos brindan. 
La tecnología tiende a inmovilizarnos. Pero siempre las costumbre nos llevaron al quietismo. Solo que hoy es casi imposible no caer en el sin tomar alguna determinación concreta.
Por ejemplo, caminar diariamente, el que no lo hacía, porque simplemente no le gusta. O cuidar la cantidad de comidas que comemos, ya que lo que gastamos de energía no termina de compensar lo que incorporamos, solo porque ...la comida, a raiz de la bendita tecnología es cada vez mas rica, rápida y mucha. 
Si a esa facilidad de tener la comida mas rica cerca a toda hora, cuando antes debíamos esperar para comer, o caminar hasta el almacén o rotisería o un kiosco cada tanto...también es facil que cada día nos veamos mas rellenitos. Y finalmente, nos sintamos GORDOS.
INMOBILIDAD + COMODIDAD + COMIDA RICA + AÑOS = PERDIDAD DE MOBILIDAD, OBESIDAD, BAJA DE LA AUTOESTIMA, ENFERMEDADES VARIAS.
Por todo eso, no llamemos superficial a lo que tenemos la suerte de ver, porque es un problema que se ve en la superficie. 
Lo mejor es darse cuenta a tiempo y tomar medidas sanas, retomar habitos que hasta hace poco eran comunes, y no entrar en la vorágine de la dieta eterna de la obesidad interminable.
FERNANDO BOTERO


· 

domingo, 23 de enero de 2011

¿Es una actitud superficial pretender estar delgada/o?

Lo cierto es que con el tiempo, una se va acostumbrando a que el cuerpo vaya cambiando.
 Y eso no es malo en sí. 
La obsesión por la belleza fisica o la eterna juventud si sería un signo de pobreza en otros aspectos de la persona.
Pero cuando se trata de cuidar el peso, la cosa es diferente. 
Y de eso nos estamos dando cuenta hoy en día.
Hasta hace unos años el sobrepeso era solo considerado un tema estético.
 Hoy se sabe que además, es signo de trastornos de salud física y mental. 
Porque?
 Porque las condiciones de vida han cambiado demasiado para asegurar que lo que son hoy unos pocos kilos de mas no seran en poco tiempo un exceso dificil de controlar, y que no traiga otras consecuencias para nuestra salud, como diabetes, problemas articulare, cardíacos, y hasta problemas sexuales.
No olvidemos que hasta hace quince años, sin ir mas lejos, INTERNET no existía y nos movíamos para hacer cosas que hoy no requieren mas que mover un mousse o una tecla. El control remoto, el celular, son todas maravillas que ampliaron nuestro mundo. 
Pero si no vemos sus desventajas, terminaremos lamentando lo que nos brindan. 
La tecnología tiende a inmovilizarnos. Pero siempre las costumbre nos llevaron al quietismo. Solo que hoy es casi imposible no caer en el sin tomar alguna determinación concreta.
Por ejemplo, caminar diariamente, el que no lo hacía, porque simplemente no le gusta.
 O cuidar la cantidad de comidas que comemos, ya que lo que gastamos de energía no termina de compensar lo que incorporamos, solo porque ...la comida, a raiz de la bendita tecnología es cada vez mas rica, rápida y mucha. 
Si a esa facilidad de tener la comida mas rica cerca a toda hora, cuando antes debíamos esperar para comer, o caminar hasta el almacén o rotisería o un kiosco cada tanto...también es facil que cada día nos veamos mas rellenitos. Y finalmente, nos sintamos GORDOS.
INMOBILIDAD + COMODIDAD + COMIDA RICA + AÑOS = PERDIDAD DE MOBILIDAD, OBESIDAD, BAJA DE LA AUTOESTIMA, ENFERMEDADES VARIAS.
Por todo eso, no llamemos superficial a lo que tenemos la suerte de ver, porque es un problema que se ve en la superficie. 
Lo mejor es darse cuenta a tiempo y tomar medidas sanas, retomar habitos que hasta hace poco eran comunes, y no entrar en la vorágine de la dieta eterna de la obesidad interminable.

VACIO



MAGRITTE
NO ES POSIBLE PENSAR EN LLENARLO TODO, TODOS LOS ESPACIOS, TODOS LOS VACÍOS, TODOS LOS MOMENTOS, TODAS LAS NECESIDADES INSATISFECHAS.
SERÍA COMO INTENTAR INCANSABLEMENTE DE TAPARNOS EL CUERPO CON UNA SABANA QUE MIENTRAS TAPA LA CABEZA DEJA LOS PIES AL AIRE.
PORQUE SIMPLEMENTE NO SE TRATA DE AGUJEROS. SE TRATA DE LA SABANA ES CHICA

Buscar este blog