Un día nuevo merece una apuesta a estrenar emociones .
Sacar a pasear los hongos del desaliento para que se desilachen al sol y se conviertan en margaritas, por obra y gracia de la vida.
Las margaritas son el rosario de los enamorados.
El piso que caminemos se llenará de pétalos blancos, y miles de enamorados penitentes se transformarán en apasionados devotos de la vida.
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