viernes, 10 de febrero de 2012

Tirarse a la pileta

Para tirarse uno a una pileta, puede tener dos formas, dos estrategias a seguir:
1- Me tiro de una.
2.-Voy metiendo un pie, luego el otro, quejándome reiteradamente con un
-"que frío que está¡¡¡¡"
Y así, lo que comenzó siendo una decidida intención de refrescarse y nadar, se ahogó en una primera impresión un tanto desalentadora.
Primero buscamos el cambio de clima, de medio, finalmente estamos allí, en esa pileta azul, fresca, toda para nosotros, y no nos animos a entrar.
La pileta seguirá ahí, y en algún momento en un futuro indefinido, quizás entraremos y nos daremos ese baño que soñamos. Nadando como delfines, y sintiendo el agua acariciarnos.
Pero no ahora, ahora me quedo en mi clima, y miro, miro, solo miro.
Esto no solo nos pasa con la pileta. Nos sucede muchas veces con las cosas que ansiamos, o creemos ansiar, de la vida.
Esas que decimos soñar.
Luchamos por llegar a ellas, y cuando están ahí...nos conformamos con ser meros espectadores, y esperamos que esas cosas sigan allí, simplemente.
TIRARSE A LA PILETA. Esa es la cuestión.
 
Carlo Dolci

Un proyecto

A veces una persona se ha dado cuenta de que tiene UN PROYECTO y que ese proyecto es hacer en su vida lo que en algún momento soñó que podía hacer.
Diariamente se hacen cosas de manera automática.
Nos levantamos casi automáticamente, y desayunamos, y lo primero que surge es pensar en las cosas que tenemos que hacer.
Así, pareciera que la vida es un trámite.
Nada mas lejos de ello. Hay un proyecto, que a veces se desdibuja rezagado ante las prisas por llegar temprano al trabajo, pagar a tiempo las cuentas, o simplemente, luchar contra el paso del tiempo.
Hay un proyecto, un sueño. Alimentémoslo.

El Bassano

Imaginación y realidad

Paseaban dos gatos por la calle. El era negro, como el olvido. Ella blanca, como la escarcha.
Sus pasos apenas tocaban las baldosas de la vereda. No hablaban entre sí.
Los gatos son silenciosos, callados, introvertidos.
Viven en mundos paralelos. Nos miran solo para comer o demandar una caricia, una sola.
Pedro salió con el auto y no los vio. Para él eran dos seres a los que saludaba cuando estaba alegre, y se podía reír , pensando en lo raro que sería si ellos le contestasen con palabras, largas palabras con acento francés, y tono de enojo.
Pero ahora estaba aterido de celos, y nada se le ocurría mas que correr y seguirla a ella.
Ella era una gata, una bella y sigilosa gata, que se contoneaba en su silencio sonriente.
El corría hasta alcanzarla, y luego los dos caminaban, sin hablar, sin palabras, en mundos paralelos. Ella en su misteriosa sonrisa, él en sus terribles celos.

Sofonisba Anguizzola

El amor no es una trampa

Hay amores que interponen tantas cosas para concretarse, que se transforman en excusas mezquinas. 
El amor no es eso. Una trampa que nos encierra en un drama sin salida.
Es todo lo contrario: risa, humor, compañía, soledad compartida. 
Complicidad. Perdón. 

Jean Honoré Fragonard




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