domingo, 16 de septiembre de 2012

LA INSEGURIDAD: LA ALFOMBRA DE LA SOCIEDAD



Cuando planteamos la necesidad de vivir en un entorno social mas seguro, pedimos más policías, mas control de las calles y las zonas públicas. 
No está mal, pero se está desconociendo una realidad que se puede corroborar con solo buscar estadísticas de distintos países y centrarnos en averiguar donde se prepetran la mayoría de los delitos mas graves, como crímenes, y hasta secuestros, abusos y violanciones, con secuelas a veces irrecuperables.  
Y se dan dentro del grupo familiar. Ese lugar idealizado socialmente, y no lo suficientemente estimulado ni apoyado.
Para ayudar a las familias que padecen conductas disfuncionales de violencia y alcoholismo, drogadicción, que generan abandono de sus miembros mas vulnerables, generalmente no hay recursos suficientes de tipo material. Sí hay personal capacitado. Pero a muy bajos honorarios. 
La gente común suele minimizar el peligro que significa la VIOLENCIA DOMÉSTCA CRÓNICA.
En cualquier momento puede entrar en una fase aguda, y detonar cualquier situación irreparable.
Sin embargo, como mecanismo de defensa social, tendemos a proyectar afuera lo que debieramos empezar por solucionar dentro de casa.
Yo aprecio mucho el valor de los refranes en la vida de la gente.
 Insiden mas allá de el filtro que uno suele poner a las nuevas opiniones o conocimientos. 
¿Y POR CASA COMO ANDAMOS?
Esta es LA PREGUNTA.
Las alfombras de muchas casas, las que las tienen, no solo suelen juntar mucha tierra, gérmenes, sino también ser el lugar simbólico ideal para meter debajo todo aquello que no se desea ver.
Al igual que ciertos armarios, son especies de CAJAS DE PNADORA, donde uno suele juntar, a los apurones, y para salir del paso....todo en un mismo desorden.
Entonces DISCÉPOLO se quedó corto con la biblia junto al calefón.
La violencia está en nosotros, decía una vieja película de  John Boorman de 1972.
THOMAS HOBBES, filosofo inglés, dice que EL HOMBRE ES EL LOBO DEL HOMBRE.
Estas son todas opiniones discutibles. 
Pero lo que no debería discutirse es que las estadísticas, que encima no reflejan  sino una mínima parte de la realidad de la violencia doméstica en el mundo, la que se denuncia,  son el dato mas claro que deberíamos tener en cuenta al pedir MAYOR SEGURIDAD.
Es que un niño abusado por su padre, o que ve que sus padres se golpean o maltratan a diario, se insultan o someten a situaciones humillantes, son niños que aprenden que la sociedad es un lugar peligroso, ya que su familia lo es.
La niñez es una construccion social esencial para preservar un lugar donde se pueda aprender a educar a los niños a trabajar la violencia que viven a diario en sus casas.
Desgraciadamente saltan los casos mas dramáticos, los que ya no tienen retorno.
Pero cuanto se podía haber hecho con solo dedicar un rato por semana a realizar talleres de mejoramiento vincular interfamiliar e intrafamiliar. 
Y además, cuan importante es que los niños puedan aprender a solucionar sus diferencias de manera pacífica, hablada. 
De esta manera su auto estima crecerá. Será realista.y no exigente y cruel. 
Una austoestima cruel es un torturador interno. Agota la propia energía.
Por lo tanto, si tenemos en cuenta estos simples y dramáticos datos:
-La mayor cantidad de muertes se producen en manos de familiares.
-La mayor cantidad de abusos tienen lugar en el ámbito privado, de la familia. Allí donde se cree que los seres humanos debemos descansar, confiar, sentirnos seguros y contenidos. 
-Un entorno familiar adverso es el primer paso para falta de redes de contención y de escalas de valores esenciales para los niños. 
Si todo esto tan evidente no nos hace cambiar este prejuicio de salir a pedir justicia en lugar o además de trabajar por el control y modificación de nuestra propia violencia. Si no armamos dispositivos para que la gente puede aprender a dialogar, a negociar dentro de la familia, sus roles y espectativas, tan variables, por otro lado, día a día. 
Si seguimos buscando seguirdad para tener un lugar donde quejarnos y no donde modifiar el estado de cosas, seguiremos generando una cadena corrupta, de policías que no pueden hacer mas que atacar las consecuencias de los desbordes, una vez que estos llegaron a su punto de no retorno.


Propuesta

La sociedad no es un lecho de rosas. Ni mucho menos. 
Preparar a nuestros niños en lo que les espera, pero desarrollando sus capacidades creativas, lúdicas, y ayudarlos a considerar la conveniencia del bien común, es la tarea que reduciría en el mediano y largo plazo enormes presupuestos que nada modifican, y llenan tribunales de gente pobre y maltratada.
Cronifican el malestar, la enfermedad, y la ignorancia.
Generar la puesta en marcha de talleres que estimulen la participación de todos sus miembros, niños y adultos, en encontrar soluciones para sus problemas cotidianos de comunicación, es el primer paso.
Generar refugios para mujeres, niños y hombres en situación de riesgo, para momentos de crisis de violencia aguda, es una buena inversión que evitará trabajo sobre lo que ya no se puede modificar: el delito consumado.
Y por último, DESNATURALIZAR dentro del marco de nuestras sociedades con habitual doble discurso, a desarmar el mismo, y reducir el nivel de tolerancia ante la violencia.
 No olvidemos que la última palabra la da EL REPUDIO SOCIAL, sería la tarea que colaboraría con el comienzo de una sociedad sin rejas, y donde el ágora o lugar público no sea solo la red social, sino el espacio perdido del barrio y la ciudad. 
Cuando pidamos fondos para seguridad, con lo mismo que se invierte en flotas de autos que dan vuela sin motivo muchas veces, las calles, no dejemos de tener en cuenta que la educación y la comunicación son las únicas herramientas duraderas y confiables, a largo plazo, para generar una sociedad donde valga la pena convivir en paz. 

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