La división de la realidad en extremos de buenos y malos nos desliga a cada uno de nosotros de hacernos cargo de nuestros aspectos negativos involucrados en los escenarios de nuestra vida.

¿Porque será tan necesario buscar ideas positivas, si lo malo sólo es parte de está en del entorno?

Porque no aceptar el equilibrio que esa positividad viene a contrarrestar, la de todas las miserias que pesan como cadenas en nuestros pasos presos del pasado. 

A veces creo que el mundo va a ciegas, con los ojos en la nuca, y llevándose por delante una realidad que apenas puede palpar con sus manos extendidas, para cachetearla, y hacerla desaparecer.