Cuando la palabra no es un adorno, que sirve para la genuflexión del líder de turno, es una herramienta importantisima de comunicación, y por ende, un agente de cambio.
Pero cuando se pervierten sus fines, en vez de comunicar sirve para impedir que todo cambio tenga un lugar, a través de la autorización de unos pocos de sus usos, pasando los otros a formar parte de la clandestinidad, o de la poesía.
Max Liebermann |
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