Esperar es dìficil cuando se transforma en lo único que da sentido a nuestra vida.
Hay tantas cosas que uno experimenta con el jazz del atardecer, y los colores abrumados de las tardes diurnas que se van calmando...
Esperar puede ser una buena actitud cuando no se torna en una presión, y simplemente, en ese espacio donde depositar lo que no tiene lugar, y está latente, ardiendo, en nuestras entrañas.
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