sábado, 8 de enero de 2011

LA FAMILIA AL DIVAN


¿Es que la familia debe tener determinadas características para cumplir con su rol social y afectivo?
¿Hay familias ideales, familias que cumplen con los requisitos y otras que no?
¿Cuales serían esos requisitos?
Todas estas preguntas se las hace cualquier familia que está atravesando alguna tempestad.
Y nos la hacemos tambíen quienes trabajamos con familias, y buscamos la forma de colaborar con su salud, elaborando nuevos instrumentos y remozando día a día nuestras teorías. Para ello lo primero que hacemos es dejar de lado los prejuicios y sí tener en cuenta lo que llamamos el SENTIDO COMÚN, que ya LACAN consideraba como el menos común de los sentidos. 
Por todo esto es que trascribo estas notas desarrolladas sobre un caso del cual he alterado los datos identificatorios, para mantener el anonimato de sus miembros. 
Cualquier persona que tiene un problema en su familia y que siente que quiere trabajar con ella para resolverlo, puede
solicitar asistencia para toda la familia, no solamente en forma individual.
Esto no se suele decir, y muchas veces se habla de TERAPIA FAMILIAR, cuando un miembro de la familia es una persona con un transtorno grave de personalidad. Entonces se considera apropiado, por no decir indispensable, la intervención y la contensión para con todo el grupo familiar conviviente. 
En el caso que tomo de testigo, el de una niñita de tres años que me es derivada por su pediatra debido a trastornos de alimentación, "vomitadora feliz", como se la llama a veces a la que padece este problema.
La niña además era hija de una mamá con características de una gran inmadurez para llevar a cabo su rol de mamá. Ambas, madre e hija  vivían con Sara,  abuela de la niña. La abuela está en pareja con un hombre soltero, y mas joven. Comencé  a intervenir psicoterapeuticamente con la niña y con la familia en sesiones alternadas.  Pero fue a traves del interés de la familia por participar en este proceso, y su colaboración, que se pudo avanzar en las distintas etapas de la superación del problema de la niña.
 La abuela y su pareja se hicieron cargo de la crianza y la madre se independízó, mudándose a vivir con su hijita menor en otra casa, y  dejando a EUGENIA en la casa de la abuela y su pareja, previamente haber hablado de esto, y haberlo trabajado en las sesiones.
Eugenia  dejó de tener trastornos de alimentación, vómitos, exceso de peso, atracones y hasta principio de asma. Así como recuperó su cabellera luego de que sufriera una caída del cabello por zonas, donde estaba directamente pelada. Hoy su pelo es largo y fuerte.
Todo esto se logró recuperar junto con el orden en una familia donde la forma convencional se reemplazó por la forma posible,  que eligieron entre los miembros de esta familia.
De hecho siempre la abuela había cumplido las funciones de madre de Eugenia, y ENRIQUE,  de padre, pero existiendo siempre por debajo, la fantasía de estar ocupando el lugar de EDER, la madre de la niña.
La pareja no tenía hijos propios. Los había buscado sin éxito. La mujer era ya madre de hijos grandes y abuela, como se ha descrito mas arriba.
Eugenia era una niña que necesitaba imperiosamente de padres que se asumiesen como tales y había dos abuelos que estaban buscando un hijo que no podían engendrar. EDER estuvo siempre de acuerdo en que su hija EUGENIA viviese con su madre. De hecho, ambas, madre e hija esperaban el embarazo de EDER y se preparaban para lo por venir.
EDER, luego de un proceso terqapeutico en el cual se manifiesta como eligiendo que EUGENIA sea criada por su madre, colabora para que esta vinculación sea exitosa.
He asistido a esta familia en el transcurso de situaciónes familiares de cambio y acomodación,  durante dos años.
En la actualidad nos reunimos para evaluar los progresos y los retrocesos en el devenir de esta familia
En el balance, el progreso siempre ha ganado.
Esta, como tantas familias, pueden tener la posibilidad de ser escuchadas en su conjunto, con ecuanimidad, respetando el equilibrio de la familia y solo alterandolo a fin de optimizar el funcionamiento familiar.
Es indudable que en mi caso, he podido hacer un trabajo debido a que se ha confiado en lo que yo aportaba.
Y así se fue transformando esta familia que vivía una situación de familia disfuncional y con culpas, en una familia que
cumple con los roles esenciales, de sostener y propiciar el desarrollo de sus miembros mas jóvenes, sin descuidar a los mayores. 
 La manera en que esto se puede llevar a cabo es muy variada. Tanto, que a veces nos sorprende como se resuelven cosas con pequeños detalles, con sugerencias, y por supuesto, en algun momento en especial, asumiendo el lugar otorgado por la familia, de PALABRA AUTORIZADA, para mediar en los momentos de conflicto durante las sesiones.
 Este momento es imprescindible. La familia en su conjunto necesita realizar una transferencia o delegación de autoridad a alguien de afuera para mediar y facilitar la comunicación con otras características, y es el psicoterapeuta el que se tiene que hacer cargo de ella.
No hay que asustarse de este lugar, ya que fácilmente se le destituye de dicho lugar de poder cuando ya no es necesario para la familia.
La familia que pide ayuda sabe que le conviene recibirla, aceptar las orientaciónes, y que no serán fáciles los cambios.
Suponen  que van a perder cosas,o que deben renuciar a otras. Pero deben estar decididos a ganar otras, mas importantes.
Y para lograr este objetivo eligen a quien van a confiar la tarea de orientarlos, de alentarlos en sus desfallecimientos, de
repartir las cargas, cuando hay que volver a repartir.
El psicoterapeuta familiar no hace lo que se le ocurre. Actúa por delegación, y hay un camino, no muchos, posibles, hacia el cual puede ir la familia para su crecimiento. Hacia allí tiene que maniobrar. Las herramientas que use deberán ser efectivas. Lo demás, es obra de la creatividad y el amorcon que realice su tarea.




CONCLUSIONES.


Mi mensaje en esta nota es que LAS FAMILIAS no tienen una sola forma posible, ni la mas correcta, o la ideal, sino la forma indicada para favorecer el crecimiento de sus miembros. Y el otro objetivo de mi artículo es invitar a cualquier familia que esté atravesando por una crisis, por enfermedad de uno de sus miembros, separación, disgregación, pérdidas vitales, o circunstanciales, a que solicite ayuda "como familia", como grupo.
Encontrará una respuesta al grupo familiar en su conjunto. 
Hay problemáticas que involucran a toda una familia, mas que otras. Como ser las adicciones, por ejemplo.
Pero no son las únicas patologías en que esto sucede. Por tanto el abordaje familiar es eficaz en muchos problemas donde el abordaje  individual deja afuera el aquí y ahora de la estructura de la familia,  y del entorno donde vive, siendo este muy relevante, sobre todo en el caso de los niños, donde en poco tiempo se logran muchos cambios si se toman las medidas adecuadas a tiempo. 
No hay porque renunciar a un trabajo con toda una familia, ni resignar a ningún miembro.
Una familia puede, y es conveniente que lo haga, pedir asesoramiento, y tratamiento si está padeciendo y siente que quiere trabajar como familia, para solucionar este padecimiento de otra manera, que tolerandolo.

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