jueves, 6 de enero de 2011

LA BOLUDEZ

Una mujer deseaba comprarse un vestido nuevo, para estar mas linda. Pero se decía a sí misma que eso era una boludez.
Que había cosas más importantes que la belleza, como la inteligencia, la moral, la recitutud.
Mientras se decía esto se miraba al espejo, y se acariciaba con los ojos esos pechos que hinchaban la blusa ajustada.
Sentía estremecerse al contemplar su propia belleza.
Pero insistía en que era una boludez su sensación de voluptuosidad como asimismo lo era su deseo de ser deseada, como. por supuesto lo era todo lo que tuviese que ver con esa imagen en el espejo.
De repente, dejó de repetirse una y otra vez la misma frase, y entonces vió.
Vió la imagen. No estaba sola, había un hombre. ¿un extraño?
No era una boludez. No era un espejo.
Era una ventana, la de su vecina, y no era un boludo, era su marido el que estaba con ella, haciéndole el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog