jueves, 6 de enero de 2011

EL DESEO

HENRY MATISSE



Insondables lugares por donde transita nuestra vida.
 Dirijimos el timón como Colón en busca de lo conocido, de la riqueza codiciada, y nos encontramos con LA MARAVILLA de un mundo nuevo.
¿Lamentarnos por no llegar a donde queríamos?
 No. Porque nosotros ponemos nuestra fuerza, nuestra intención, y actitud, y la depositamos en una idea, que está solo en nuestra imaginación. 
Es nuestro proyecto, pero es vital para llegar a algún lado deseado.
El deseo no se cumple de otro modo. Se cerca, sin nunca llegar a dominarlo.Como una ciudad medieval amurallada,  se lo citia. Mas siempre el deseo se repone y resiste.
Si lo encontrado fuera igual a lo buscado nunca saldríamos de la teta de mamá. Identidad imposible, que solo puebla en los espejos y se desvanece en las relaciones con las personas. 
El mundo humano es otra cosa. Es el DESENCUENTRO  constante con lo esperado y el DESCUBRIMIENTO de lo ignoto.
Esto no lo sabemos, ya que se nos da comida cuando lloramos, se nos dice "ya se te va a pasar" cuando estamos inquietos o tristes, cercenando nuestra tendencia al conocimiento, a abrir puertas a lo desconocido.
Abramos las puertas a lo que no vimos nunca,  porque  está un paso más adelante... si hiciésemos un calculo, ya lo podríamos ubicar. ¡ Allí está¡. Lo encontramos.
Si queremos ser BUSCADORES seremos eternamente COLONES desdichados y locos, empecinados en ilusiones que solo existen una vez, solo una.
La vida es un instante, no se repite al siguiente. Se continúa en el siguiente.
 Si abandono mis objetivos seré abandonado por mis deseos.
 Pero es simple, algo familiar, como las manos de nuestra madre, estimulando un paso más, con la confianza de agarrarnos pronto a las manos seguras y amadas. 
Aun hoy estamos empezando a caminar, y el paso que sigue, es incierto, pero sabemos, cuando no lo olvidamos por falta de antención, que hay un punto de llegada y tenemos la mano certera de nuestro deseo.

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