La felicidad tiene algo que ver con la posibilidad de compartirla. Cuando alguien es testigo de un logro nuestro, cuando podemos compartir un momento especial para nosotros, algo de la felicidad se pone de manifiesto.
Para los niños, no basta con jugar para sentirse plenos. Recién están totalmente tranquilos y en plenitud cuando se ven "mirados jugar" por su madre o la figura sostén de su infancia.
Es el destino humano eso del testimonio como parte del momento feliz.
Ser reconocidos por el otro, por el lugar donde nacimos, nos criamos, por la gente que no creía en nosotros, son sucedáneos de este BUSCAR LA MIRADA DEL OTRO, como parte del disfrute que puede hacernos sentir FELICES.
La FELICIDAD es un sentimiento CONTAGIOSO. Por lo tanto, alimenta la unión y el vínculo entre la gente.
Una sociedad que no enseña a sus miembros la importancia de COMPARTIR, no los está dotando de las herramientas esenciales en el logro de ese estado de felicidad posible...
Para los niños, no basta con jugar para sentirse plenos. Recién están totalmente tranquilos y en plenitud cuando se ven "mirados jugar" por su madre o la figura sostén de su infancia.
Es el destino humano eso del testimonio como parte del momento feliz.
Ser reconocidos por el otro, por el lugar donde nacimos, nos criamos, por la gente que no creía en nosotros, son sucedáneos de este BUSCAR LA MIRADA DEL OTRO, como parte del disfrute que puede hacernos sentir FELICES.
La FELICIDAD es un sentimiento CONTAGIOSO. Por lo tanto, alimenta la unión y el vínculo entre la gente.
Una sociedad que no enseña a sus miembros la importancia de COMPARTIR, no los está dotando de las herramientas esenciales en el logro de ese estado de felicidad posible...
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