jueves, 31 de enero de 2013

LÁPIZ DE LABIOS



Un lápiz de labios siempre a mano, 
consuelo de lágrimas, a full.
Siempre dispuesta a perder si de amor se trata.
Nada de rimmel, por favor. 
Calles empedradas, que me empecino en no recordar. 
Es que ya no me duele
porque es sabio el corazón
pero más sabio es el olvido. 
Sin hubo empedrados que resbalamos
con coraje y locura,
si las noches se entibiaban en vino tinto
y champagnes con humo.
No me acuerdo de nada, estoy ciega y sin verdad.
La mentira no va conmigo, sino que se cierran las puertas
de todo lo que fue mío y se resbaló de mis brazos
sin poder retener más que el frío.
Mafalda, sentada en SAN TELMO, a solas conmigo,
sabés muchas más cosas que las que podés decir
y eso que tenemos la misma edad, o casi.
Yo hice paces de magia con las puntas de mis dedos
por mantener en silencio ausencias gratas.
Es mejor no nombrar las cosas que gritan, sin vergüenza
sin recato, el desgarro azul y dorado,
de mis ganas.
Un lápiz de labios y un bandoneón,
dos cosas que en mi corazón
juegan a ser un abrelatas.
Es que ya no me duele
porque es sabio el corazón
pero más sabio es el olvido.

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