martes, 25 de diciembre de 2012

YO ME CAGO EN TODO ¿Y VOS?



Siempre me sorprendió una costumbre llamada POTLACH, propia de los pueblos indígenas de la Costa Noroeste del Pacífico de Canadá y Estados Unidos.
Se juntaban dos caciques poderosos, uno frente al otro, y al lado de cada uno de ellos, una cantidad de MANTAS, equivalentes a DINERO, PODER, y empezar a quemarlas. 
Ellos dos, cara a cara, , ambos caciques mirándose uno al otro, quemaban poder, trabajo, esfuerzo....desafiantes, con un
-Y QUE¡¡¡¡¡, YO PUEDO. ¿HASTA DONDE PODÉS VOS?
El otro contestaba quemando un poco más de mantas.
Y así, el otro redoblaba la apuesta.
Ante los ojos de su pueblo, que trabajaba todo el año para ver su trabajo concretado en esas mantas, esos dos hombres,
¿hombres?
se solazaban en mostrar cómo se reían de ese empeño, de los trabajos y los días, y lo quemaban ante quien podía esgrimir lo mismo: FUERZA E IMPUNIDAD.
Pero lo peor no era que ELLOS SE SOLAZABAN.
LOS DOS PUEBLOS SE SOLAZABANm a su manera, DE ESA EXHIBICIÓN DE DESASTRE COLECTIVO, FALTA DE VITALIDAD, ante esa pira que quemaba lo que faltaba: SENTIDO.
Cuando se queman las cosas que tanto trabajo cuesta construir, cuando se mata lo que develó mantener vivo, ¿que debe uno preguntarse?
Y si esto es algo compartido, mal o bien, por todos, la sensación de una persona ajena a lo que se está viviendo es la de
ESTUPEFACCIÓN.
Hay hechos ante los cuales es mejor preservarse, NO ENTENDIENDO, NO ANESTESIÁNDOSE, NO INVOLUCRÁNDOSE sino con una pregunta a la propia sensibilidad.
En estos momentos, agradezco la ignorancia, y apelo a lo simple de empezar el día con ganas de tocar la guitarra y cantar una canción de amor, porque sí, nada mas...

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