En estos días puede darme cuenta de que tras la apariencia hay un mundo de cosas que no vemos. Y no las vemos porque mirábamos donde no las íbamos a encontrar.
Nada cambó. Simplemente nos posicionamos en el lugar adecuado para ver que lo que lo que sentíamos como una pérdida era en realidad puro crecimiento, y desprendimiento de aquello que nos hacía más que retenernos en el pasado y en las viejas cuestiones que creíamos superadas.
No temamos al dolor. A veces, nos indica para donde NO DEBEMOS VOLVER.
No nos defendamos de lo que en realidad hay simplemente que enfrentar: la realidad.
Hay un detalle crucial: enfrentarla con el placer de disfrutar de cada momento como un momento de protagonismo y de aprendizaje.
Nada cambó. Simplemente nos posicionamos en el lugar adecuado para ver que lo que lo que sentíamos como una pérdida era en realidad puro crecimiento, y desprendimiento de aquello que nos hacía más que retenernos en el pasado y en las viejas cuestiones que creíamos superadas.
No temamos al dolor. A veces, nos indica para donde NO DEBEMOS VOLVER.
No nos defendamos de lo que en realidad hay simplemente que enfrentar: la realidad.
Hay un detalle crucial: enfrentarla con el placer de disfrutar de cada momento como un momento de protagonismo y de aprendizaje.
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