El ya había construido a lo largo de los años a la mujer de sus sueños. Desde el color de su cabello hasta su voz.
Así que cuando se conocieron por la web, no necesitó más que besarla para constatar que era ella y hacer pie en ese territorio tan recorrido por su mente y quedar así totalmente intranquilo.
Nada pone más intranquilo a un hombre que encontrar a la mujer que buscó toda su vida.
Ella, siguiendo su propia inercia interior, se dejó descubrir, admirar, endiosar, y luego, también abandonar.
Juntos, y cada uno en su mundo, disfrutaron de momentos soñados. Sólo rotos en esos instantes en que ella mostraba que era una mujer acechando tras su ropaje de experta en hombres insatisfechos y cascarrabias. O que él le pedía abrir su misteriosa luna para darle nada. A ella le molestaba profundamente que la pusiesen en falta.
Así deshilvanaron sus historia hasta hacer de ella nada más que dos vidas que se habían depositado mutuamente la pesada carga de ser LA PERSONA QUE BUSQUÉ TODA MI VIDA.
Una tarde de tantas en que no se vieron, y se pensaron mutuamente, casi felices de estar tristes por la distancia, alimentando ese sabor de seguir soñando imposibles, ella le escribió un mensaje diciéndole
-"NO QUIERO VERTE MÁS".
El la llamó hasta que su celular, el d él, quedó sin batería, y renglón seguido, se dedicó con igual empeño, pero esta vez con suerte, a olvidarla.
Así que cuando se conocieron por la web, no necesitó más que besarla para constatar que era ella y hacer pie en ese territorio tan recorrido por su mente y quedar así totalmente intranquilo.
Nada pone más intranquilo a un hombre que encontrar a la mujer que buscó toda su vida.
Ella, siguiendo su propia inercia interior, se dejó descubrir, admirar, endiosar, y luego, también abandonar.
Juntos, y cada uno en su mundo, disfrutaron de momentos soñados. Sólo rotos en esos instantes en que ella mostraba que era una mujer acechando tras su ropaje de experta en hombres insatisfechos y cascarrabias. O que él le pedía abrir su misteriosa luna para darle nada. A ella le molestaba profundamente que la pusiesen en falta.
Así deshilvanaron sus historia hasta hacer de ella nada más que dos vidas que se habían depositado mutuamente la pesada carga de ser LA PERSONA QUE BUSQUÉ TODA MI VIDA.
Una tarde de tantas en que no se vieron, y se pensaron mutuamente, casi felices de estar tristes por la distancia, alimentando ese sabor de seguir soñando imposibles, ella le escribió un mensaje diciéndole
-"NO QUIERO VERTE MÁS".
El la llamó hasta que su celular, el d él, quedó sin batería, y renglón seguido, se dedicó con igual empeño, pero esta vez con suerte, a olvidarla.
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