martes, 25 de diciembre de 2012

CONSEJOS DE UNA AMIGA EN UNA NOCHE DE LÁGRIMAS



Los seres humanos no morimos de amor. Vivimos gracias a él. A esperarlo, a darlo, a sentirlo, y a extrañarlo. A recibirlo sin poder creerlo. 
Pero no morimos de amor. Nada de eso. 
En realidad, no morimos nada más que al final, y por la última gota que nos derrama. 
Uno soporta, tolera cada traición a las esperanzas, cada maltrato pequeño y mezquino de aquellos a quienes dimos amor. Toleramos y callamos. Mutamos diariamente y cada quince minutos, por ejemplo, nuestra actitud ante el dolor.
Volvemos a empezar a cada rato.
Sentimos que no aguantaremos una sóla mentira y ....sin embargo, seguimos por inercia.
Somos seres pertinaces.
Nos acostumbramos a todo. Menos a la felicidad.
La encontramos en los destellos del atardecer.
Y luego la vemos en fotos viejas, donde parece tan joven cómo nosotros entonces.
Los dolores se juntan, y siguen en una especie de manada sorda. Uno se acostumbra a su compañía.
Un dolor y otro, y en un momento da la rara sensación de que de ese dolor nos vamos a morir, pero al rato sentimos un aroma a café y ya claudicamos, y dejamos nuestra muerte para otro momento mas definitivo, mas postrero....sin café, sin ganas de ver el viento que barre una vez más las nubes. Las nubes tampoco son eternas. Ni eso.
No es cierto que uno se olvida, se cura, se sana, de los sufrimientos.
Se sigue adelante.
Las penas se acopian en lugares silenciosos, y a veces se escapan, y gritan de rabia, de abandono, de bronca, o simplemente, porque sí.
Los golpes que recibimos de niños cuando lo que esperábamos era una caricia, o un gesto de reconocimiento, no se olvidan. Se etiquetan en la caja de "objetos peligrosos para la vida cotidiana. "reciclar"
Se reciclan en CULPA, MIEDOS, ENFERMEDADES. CUENTAS PENDIENTES QUE NO SE PAGAN NUNCA.
Pero si esperas amiga mia, que este dolor que sentís te mate tendrás que seguir esperando.
Levantate, y lavate la cara. Los ojos hinchados no ayudan a expresar la convicción necesaria para que nos vendan el pan, nos cobren lo justo y no se queden con nuestro vuelto. Una mujer demacrada y con los ojos hinchados es poco confiable.
Ah!!!, y no se te ocurra sentir dolor ante cualquier gil que te diga TE AMO.
Es sólo un truco para levantarse minas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog