sábado, 15 de septiembre de 2012

Este teatro que es la vida





Las cosas dan la vuelta de la rueda
y de nuevo veo al derrocado presidente cordobés 
y a la tortuga. 
de nuevo me vuelven mil imágenes absurdas
aquelarre de militares y de brujas.
Me duelen como si el tiempo no hubiese pasado
a pesar de tanto pañuelo blanco. 
Pañuelos que buscan lo perdido 
y se empecinan de dolor.
Mientras en mi país otros disfrutan
y festejan el odio y la muerte del otro, 
del que piensa diferente.
Hoy la noria da su vuelta 
para recordarnos que esto 
con pequeñas diferencias
ya lo hemos vivido.
Pero, en el país del NO ME ACUERDO
doy tres pasitos y me pierdo.
A mi las cosas me duelen 
para recordarme que ya fueron
que ya es suficiente dolor para que podamos recordar.
Pero hay lecciones que parecen no aprenderse.
Se repite la noria del odio 
el resentimiento, que se monta siempre en algún dolor compartido.
¿Y vaya si tendrá dolores la mujer que nunca tuvo casa...!
y el hombre que vio morir de hambre a su hijo?.
Vaya si habrá olvido para quien ha perdido un hijo
entre medias noches y gallos que se decían cóndores.
Sin embargo, el dolor es de cacerolas,
de dineros que son de nadie.
Y ahora de nuevo, otra vez, 
el odio entre quienes nada tiene para decirse 
Habrá que construir menos antenas
y mas puentes.
Puentes que unan lo indecible, 
lo que está tan cerca que no logramos ver.
Hoy hagamos un puente de papel y soplemos, 
soplemos la velita
que hay de nuevo gente unida y tramando
una nueva escenificación del miedo.

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