Cuando me siento herida lastimo, digo cosas punzantes, hago al otro cosas que en realidad me hago a mi misma, para castigarme por mi dolor. 
Entiendo ahora que pude quedarme un rato observando mi propio dolor, que hasta él merece ser atendido, y de esa manera, estará en su lugar, y no en el mío.
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| Konstantin Korobin | 
 
 
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