Todos tenemos aspectos ocultos, que no recordamos hasta que algo los hace salir a la luz.
De una manera o de otra, nos hemos debido defender de situaciones de agresión y para hacerlo utilizamos la artillería pesada.
En este momento, habiéndome detenido a revisar mis pertrechos, me hizo gracia darme cuenta lo anticuados que quedaron estos primitivos instrumentos de auto tortura.
Renovar mis formas de hacerle frente a lo que me hiere y me hace daño, es una forma de cuidarme.
Henry Potthast |
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