sábado, 17 de septiembre de 2011

DESPEDIDA



Acá estoy, llorando y tirando las pocas cosas que dejaste.
 ¿para que mentirte?. no sé hacerlo con vos. 
 Nunca te engañé. No lo necesité. Estuve muy ocupada en tratar de encontrar la salida.
 Para algunas cosas la encontré. FLAVIA, tu hija, está bien.
 Anoche estuvo con Cecilia. Se divirtieron hasta tarde.
 Yo me acosté a dormir y dormí. Pero mis sueños eran telarañas grises.
 No obstante, el cansancio me ayudó a dejarlas de lado hasta hace un rato, jueves 29 a las 9 y algo de la mañana.
  Desperté llorando. No ser querida no es una realidad fácil de aceptar.
 Ahora estoy entendiendo que es bastante común. Hasta diría que es lo habitual. 
 
 En realidad lo extraordinario es ser querido.
 Es difícil querer a alguien cuando uno tiene tantas cuentas pendientes con su
 propio pasado. 
 Te escribo porque quiero hacerlo. Vos podes hacer lo que quieras: no leerlo o
 sí, que se yo... 
 Escribir me ayuda a limpiar mi herida. Y me gustaría que a lo mejor sirviese
 para que me entendieses lo que no te supe o pude explicar.
 Se que hice muchas cosas mal. pero sé que vos también formaste parte de este error de a dos.  
 Así,con la distancia sana que ponen las palabras escritas,  no me vas a retrucar lo que te digo. no estoy hablando con vos. estoy escribiéndote.
Estoy escribiéndome. Estoy escribiendo esta historia, que hasta ahora fue vida. 
  No sé que pasará en adelante conmigo, pero la voy a pelear.
 Y voy a aprovechar todo lo que me enseñaste. 
 Voy a tratar de imitarte en lo que vos sabes hacer bien, y a no repetir tus errores.
 Creo que tu mejor regalo para mi son tus errores. De ellos sé lo que no debo hacer jamás.
 
-No debo buscar atajos. El camino es el que es: no es el mas corto para llegar a ningún lado.  
Sobre todo porque nunca sé muy bien a donde quiero llegar. y en el camino a lo mejor se me ocurre. 
 - Decir lo que realmente me pasa y siento, no lo que me conviene para evitar
 que....el otro me rechace. 
 Si a pesar de todo lo que digo,  sinceramente, el otro sigue a mi lado, seré feliz porque entonces, y recién entonces, estaré acompañada. 
 - Cuidar lo que amo, pero sobre todo, debo aprender a amar, necesito aprender a
 amarme.
 Y a darme cuenta de que cosas amo.
¿ Sabés? En medio de esta cortina de dolor, aprendí muchas cosas. Entre ellas, me dí cuenta, por fin, que nadie tiene la obligación de amar. No hay relación entre el amor y la justicia. 
Las mujeres solemos clamar por justicia cuando no se nos trata con amor. 
 Nadie está obligado a amar.
 Es un don al que uno puede llegar si sabe dejar de lado el propio ombligo. 
Y es difícil dejarlo de lado, ¡porque nos unió tanto tiempo a nuestro origen¡ 
 -Ser feliz, por mas crisis que sacudan el mundo y sus alrededores, por mas que no llueva, que haya pobres desdichados, y seres enormemente colmados e infelices. 
 -Tengo derecho a disfrutar. Y a compartir mi felicidad sin tener que pagar compañía. Sin tener que hacer lo que no me gusta, mejor dicho, lo que me disgusta en lo mas profundo de mi ser, para recibir un esbozo de atención. 


 Bueno, acá esta fresco porque llovió
 Las perras están medio raras, silenciosas,
 sobre todo Angie. Sara es silenciosa.
  En la casa no hay rastros de tu paso.
... mentira.
 Sí los hay.
 Tu comida para los perros; tu precaución de pagar el cable por seis meses; las llamadas acuciantes para reclamar el pago de las tarjetas que hiciste mierda, algunas para pagar nuestros gastos cotidianos y  el material de una casa que no disfrutaste, como yo no disfruté de ese auto tan lindo y elegante que vos compraste. 
 Están tus solitarias imagenes en mi memoria, de verte sentado mirando no sé que, en el jardín, quizás con ganas de no estar allí.
 ¿Soñando con estar lejos, no se en que bar lujurioso y oscuro donde el humo es el aire, y las putas las camareras?. Cuando eramos compañeros solías confiarme esos devaneos tuyos... SÍ hay señales tuyas. 
 En mi.
 Por mas que tire las cosas que quedaron acá tuyas,
 Cosas que, por otro lado, ahora sé que no dejaste, sino que las abandonaste, como si yo tuviese que cuidarlas, yo que no me puedo cuidar  a mi misma en este momento¡.
EMILIO CENTURION
Por otro lado, ahora también sé que nadie abandona lo que ama.
  Está aún tu lugar en la mesa, tu vaso...
 Ya no el cenicero ni el café de filtro. 
Está ... la verdad, es poco lo que dejaste... y así y todo... ¡es demasiado¡.
  Estoy cuidando bien a nuestra hija.
 Estoy tratando de salir adelante.  Estoy triste.
  Te mentí, Se mentir. Pero no te fui infiel. 
Espero que estés bien.  Lo digo de onda.
 Es mucho tiempo 14 años, pero poco para una insatisfecha eterna, a la que le prometiste envejecer juntos . 
 Y ahora que lo pienso, te lo  agradezco, ya que he decidido que para eso,  voy a esperar todavía.







Tu ex mujer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog