miércoles, 14 de septiembre de 2011

ANTIGONA - entre dos muertes



. Antígona es el título de la tragedia de Sófocles, basada en el mito de Antígona y representada por primera vez en el año 442 A. C. 

En Antígona se enfrentan dos nociones del deber: la FAMILIA, caracterizada por el respeto a las normas religiosas, y que representa Antígona, y la CIVIL, caracterizada por el cumplimiento de las leyes de Estado y representada por CREONTE tío de Antígona. 
Sofocles relata la historia de su heroína, hija de Edipo, y cuyos hermanos Polinices y Etéocles se enfrentan por el poder del reino que fue de su padre.
  Ambos acordaron turnarse anualmente en el trono de TEBAS, pero tras el primer año ETEOCLES no quiso ceder el turno a su hermano, por lo que el primero decidió llevar un ejército foráneo contra TEBAS.
Los hermanos se dieron muerte mutuamente pero fueron los defensores de TEBAS los que vencen en el combate. 
Es así que uno de ellos es enterrado con honores por el rey, y el otro es abandonado a la tierra, castigado a exhibir su degradación física ante los ojos de sus enemigos.
Este gesto de humillación pública, denigración de su estirpe,  subleva Antígona, quien, a pesar de la pena que castiga transgredir una orden real, espera la complicidad de la noche para enterrar los restos de su hermano.
Al otro día, ante la evidencia del desacato, el rey llama ante sí a Antígona, quien es la prometida del príncipe, Hemón, su hijo, y le increpa a deponer su actitud de rebeldía y dejar que se cumpla con la decisión real que compete el castigar a los traidores.
Mas Antígona no se somete al mandato real, y, no bien las sombras del anochecer ocultan su figura, se dirige otra vez,  al cuerpo yerto de su hermano para darle sepultura.
Hay cosas que deben quedar ocultas a la mirada de los hombres. Los seres humanos nos hemos caracterizado por dar sepultura a los muertos, como gesto de respeto.
Y esa ley es, la de ocultar de la mirada la muerte,  para Antígona, mas fuerte y poderosa que la disposición real, y por sobre todo, que su misma vida.
Es  así Antígona  entrampada entre DOS MUERTES. La muerte del cuerpo, como la primera muerte y la OTRA  muerte,  como desconocimiento de la filiación.
Nadie más se haría cargo de cumplir con el mandato de la sangre, que le indica cubrir la muerte de quien compartió el mismo vientre.
 Ante la decisión irrevocable de Antígona, el rey no encuentra otro camino, para salvar su prestigio y el respeto de su pueblo, que mandarla matar.
Pero he aquí que paga un costoso precio por ese reconocimiento a su poder, ya que su hijo, enamorado de Antígona, la sigue y al verla ahorcada por su propia mano,hace lo propio a los pies de su prometida.
Antígona se mata, en un acto de debilidad, ya que teme los horrores de ser enterrada viva. Esta actitud de Antígona es el único momento de fragilidad y flaqueza, que la muestra como una mujer abatida ante el designio trágico del destino. Uno podría pensar en este gesto como absurdo, sin sentido, pero si se tiene en cuenta que la vida no es solo vida biológica sino VIDA COMO PARTE DE UN LINAJE QUE LA TRASCIENDE, la muerte del cuerpo solo es una muerte, que preserva a Antígona de la OTRA MUERTE, la del reconocimiento dentro de su familia, su estirpe.
Sofisticación del castigo propio de los griegos. Suplicios ejemplares y ejemplificadores.
A raíz de la muerte del joven, la esposa del rey, su madre, se suicida. La tormenta del destino, la tragedia, sacude a fondo el alma de este rey.Golpe en la estructura misma del poder, imponiendo una vez más que la ley sea respetada hasta por quien la detenta. 
 Y queda planteado el dilema desde ese momento y para siempre .
 ¿Que se debe hacer?¿ Perdonar al traidor?¿ salvar al hijo? ¿aceptar la rebeldía de una mujer?
Cual es, en definitiva, la ley que cuya transgresión no tiene retorno sino desde lo real de la muerte, del cadáver...?
Y junto con todos estos interrogantes, el que me surge latiendo en mi sienes con insistencia es el siguiente:
¿Quien es Antígona?
Esa pregunta ha retumbado a lo largo de las paredes de los tiempos.
Aún seguimos encontrándole respuestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog