Fue como un ventarrón. Sacudió todas mis seguridades metódicamente construidas, puso en duda todas mis certezas, gracias a dios, y se instaló en el centro de mi presente, de mis sensaciones.
Cuando uno ha construido todo para "echarse a estar", es indispensable que venga alguien capaz de sacudirnos y, de la mano, llevarnos a dar...un paso más.
Estoy de acuerdo.Somos criaturas pensantes y dispuestas a crecer sin dejar que los grifos nos comuniquen la forma en que debemos mover la mano para abrir o cerrar nuestro pensamiento.
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