lunes, 25 de febrero de 2013


LA SOCIEDAD ADICTIVA.

El tema con lo que llamamos adicciones es, en su origen, un tema ético. O sea, un tema de valoración y de libertad.
Se supone que uno elige siempre. Los millones de seres humanos perdidos por sus enajenamientos a las conductas adictivas contradicen esta afirmación.No siempre se elige. Un adicto no elige.
Es difícil delimitar cual es el momento en que se elije entrar en el lugar peligroso del NO RETORNO. Es que es ese el punto justo donde la posibilidad de ELEGIR termina.
El planteo de prohibir aquellos objetos que pueden generar adicción es un tema ético. Pero el punto de abordaje está mal centrado. En realidad, está descentrado. El tema no es PROHIBIR, sino QUIEN PROHÍBE. 
Cuando toda una sociedad promueve la violencia como la forma de sobrevivir, la paz es la forma de transgredir esa regla social.
Nuestra sociedad promueve las soluciones fáciles, como las pastillas y los objetos para tapar faltas. Y lo que los seres humanos necesitamos es QUE NOS FALTEN CIERTAS COSAS, para aprender a buscarlas, a luchar por encontrarlas.
Cuando uno se halla motivado puede atravesar las situaciones más terribles y lograr salir airoso de ellas.
La falta de sentido es algo para lo cual los seres humanos no estamos preparados. Somos seres del sentido.
VICTOR FRANKL en su LOGOTERAPIA, destaca la importancia del sentido para enfrentar los obstáculos que la vida nos plantea.
Necesitamos motivos para caminar, para pararnos, pero a veces buscamos sentido para no tener que romper la inercia de la quietud y movernos, largarnos a andar. Nuestro cuerpo en movimiento lee el entorno y lo traduce en nuevos estímulos. SENTIDO NO ES EXCUSA, para hacer lo que no nos es fácil, rápido, cómodo. 
. El sentido de la vida no viene dado. Hay que moldearlo e ir actualizándolo a la medida de nuestro paso
Las sociedades han propiciado, a lo largo de la historia, formas de sentido aceptadas. La religión ha sido la más exitosa para tal fin.
Han suministrado sentidos prediseñados y estructurados a todas las comunidades. Y lo han hecho a través de instituciones que específicamente impartían ese sentido. Lo administraban.
Esto ha ido cayendo en descrédito, no por errado, sino por haber sido superadas en su paradigma.
El mercado y sus reglas han destruido el sentido como algo que el hombre debe buscar a lo largo de su vida, en comunidad, compartiendo.
Y nos encontramos con una sociedad vacía de valores compartidos y llena de objetos que pretenden tapar su agujero.
A estos objetos los maldecimos. Los llamamos DROGAS.
En realidad, es nuestra sociedad la que propicia, a través de su economía e intereses parciales, los de algunos grupos poderosos de esta sociedad, el protagonismo de los objetos cómo única búsqueda instantánea.
No hay más que" llenar agujeros para ser feliz como...". Y ser feliz se identifica, en gran medida, con la evitación del sufrimiento, del dolor. 
Esta es una sociedad EUTANÁSICA. Propicia la muerte del deseo como solución para evitar el dolor de existir.
No propone acompañar al enfermo, al que sufre sino terminar con su sufrimiento de manera práctica, concreta. Por ello las drogas son hoy en día la forma social de la religión actual.
Mao decía que LA RELIGIÓN ES EL OPIO DE LOS PUEBLOS. Algo había de cierto en ello. Algo, pero poco. EL opio es ahora la solución que se propone desde la sociedad, donde antes se propiciaba una respuesta común a través de la religión y / o la filosofía.
A los chicos les enseñamos a comer cosas ricas para consolarnos de los malos momentos, en lugar de enseñar alternativas para que aprendan a enfrentar su realidad, que generalmente consiste en sus dificultades para relacionarse eficazmente con los adultos y los otros niños.
Evitar la evidencia de la vejez, del dolor, de la muerte, parece el objetivo mas importante en la actualidad. La aceptación de la realidad no es lo mismo que la resignación.
Es justamente lo contrario.Nos enseñan, y enseñamos, a negar la realidad, con el brillo del éxito, que no depende de nosotros. 
Y no desarrollamos la capacidad de conocer y experimentar la realidad, con sus aristas dolorosas.
Es esta una sociedad que educa en la evitación de los afectos, reemplazándolos por experiencias placenteras, por efectos fuertes y coloridos, PEDOS DE COLORES. 
Los afectos nos constituyen como personas.Los placeres nos reducen a la condición de objetos. Los grupos sociales que dominan y manejan el mundo, esta pequeña aldea global, proponen un sana sana colita de rana, que nos venden en cómodas cuotas, para evitar la experiencia de ELEGIR.Eligen por nosotros.
Nos dan hecha la felicidad en PACKS de objetos varios. Y nos hacen creer que esto es inocuo, que no deja secuelas. Que quien ha fumado toda la vida no muere de cáncer. Y ahora que hemos vivido la pérdida de tantos seres queridos por cáncer de pulmón, todos ellos FUMADORES, activos o pasivos, ya cambian de tema, y pasan a otras formas de obturación y control.
La comida rica, los objetos de lujo,¿ el nivel de vida?, el sexo sin amor, sin respeto, las drogas para la gente pobre, para que no vean lo que está a la vista: que todos somos iguales en nuestras diferencias, y que el libre albedrío no es un mito sino algo posible.

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