domingo, 13 de febrero de 2011

SIN TETAS NO HAY PARAÍSO?

En todos los vínculos que entablamos entre las personas, hay objetos que funcionan propiciando su facilitación, y su continuidad.
Es así desde el comienzo de nuestra historia como individuos. 
De bebés es la relación con la teta, es un objeto que lo vincula con la mamá y es la mamá a la vez.
La teta es el objeto privilegiado.  Pero está perdido en tanto MAMÁ.  
Eso es quizás el motivo que contituye a las mamas femeninas ese objeto tan especial, vinculado al erotismo. Cuando estas no son las representantes de  LA MADRE sino del objeto que satisface el placer. Y el placer es erótico. 
De la teta en adelante, el mundo de todas las personas, con sus mas y sus menos, van incorporando una cantidad de objetos mediadores
Estos objetos que pasan a ser desde el chupete, y demás, a los juguetes, etc, son siempre posibilitadores de vínculos. 
No están de entrada definidos para cubrir el lugar del otro. 
Este lugar es, por otro lado, incubrible, o debiera serlo Es esa insustubilidad lo que caracteriza al vínculo humano con otro ser humano. 
Las personas, necesitamos de otras personas para que se desencadenen nuestros deseos, nuestras virtudes, nuestros valores. 
El mundo humano es un mundo de vinculos humanos. De presencias y ausencias. y de presencias de ausencias, como lo decía LACAN al referirse al Padre, en tanto función. 
Ahora bien, este abordaje que estoy haciendo es un recorte que arbitrariamente ha dejado sin tocar el entorno social, mas allá de la familia. 
Este entorno es justamente el propiciador de la consolidación de los vínculos nacidos en la familia, pero esta vez jugados de manera nueva, con la integración de nuevos protagonistas, que excluyen a la familia para ocupar ciertos lugares importantes en nuestras vidas. 
Eso nos lleva a abordar la exogamia. La imposibilidad de vincularse sexualmente con alguien de la familia. 
La demarcación social para con las formas que adquieren las distintas vinculaciones, que constituiran nuevas familias,y sus entornos afectivos, amigos, por ejemplo, es muy importante. La manera en que se inserte la familia en el entorno social será clave para el desarrollo de sus miembros mas jóvenes. 
El entorno humano moldea enormemente a las personas.
Somos maleables. y por ende, vulnerables
Hoy se ha descubierto que esa supueta vulnerabilidad y fragilidad es la otra cara de la PLASTICIDAD NEURONAL
Esto quiere decir que somos seres moldeables por el entorno social, y por las palabras y las leyes
Y tambíen somos accesibles a las pautas que hemos interiorizado.
Revisar esas pautas, a veces ignoradas por la conciencia, ayuda muchísimo a modificar errores en nuestras formas de tramitar situaciones de crisis. 

Ahora, cuando nuestras primeras experiencias de vinculación con nuestra madre, y las posteriores, fueron traumáticas, por el motivo que fuese, cuando no aseguraron a la persona la confianza ESENCIAL para abrirse a un vínculo afectivo con otro ser humano, surge la necesidad de subsanar ese espacio que no es satisfecho, de relación afectiva, social, económica, y hasta material. 
Y entonces, se tuerce el mecanismo del vinculo y el objeto propiciador, facilitador, pasa a ser elrelevo del otro que no es encontrado, porque quizás no hay lugar para él.
Así entramos en el campo de los vínculos adictivos. 
¿Que es esto?
Es EL ACTO POR EL CUAL  damos a un objeto el estatuto de una persona. Cuando lo atribuimos la capacidad de proporcionarnos lo que no buscamos en otra persona. Buscar en otra persona implica ex- ponerse. Esto es algo a lo que muchos de nosotros no estamos dispuestos. 
En carne viva, con la sensación de que los otros seres nos van a dañar como cuando niños, nos refugiamos en tetas imaginarias. 
Nos salteamos toda la maduración necesaria para aprender a comunicarnos y lograr satisfacernos afectivamente, sin estar por ello A MERCED, para manejarnos con la pseudo autonomía omnipotente que nos proporciona la idea de que no necesitamos nada de nadie si tenemos 
comida
-objetos de lujo
-drogas calmantes y/ o excitantes.
-sexo sin compromiso de ningún tipo.
-juego de azar
Y se siguen sumando sucedáneos de este primigenio objeto, cuya función es, para volver al punto de partida
propiciar el vínculo, y colaborar con su mantenimiento. 
La comida es un objeto vinculante por excelencia. 
Su consolidación como objeto adictivo se está empezando a avalar con los hechos.
Es evidente que se ha desplazado el lugar del objeto propiciador al lugar del otro humano.
Estamos vinculandonos con objetos a los que animamos, porque no nos animamos a vincularnos con personas, de las que tenemos recuerdos e imágenes fantásmáticas y negativas.
Lo irreversible de todo esto es que cuando se ha logrado hacer pasar por la aduana de nuestra conciencia la farsa del vínculo adictivo como si fuese un vínculo autentico y nutricio, no hay vuelta atrás. 
Es sumamente difícil salir de la corrupción de una conciencia que ha podido saltar la valla y alterar el orden primoridial de la vinculación humana. 
En eso ha tenido que ver fundamentalemente el marco social de la sociedad de consumo, que ha otorgado a los objetos un lugar fetiche. 
Se puede volver atrás de una adicción? NO. 
Se puede construir otro camino, cerrando este, y dejarlo como el viejo camino de tierra e intransitado?
Si, creo que ese es el camino. 
No hay cura de las adicciones porque faltan las faltas del otro como otro humano. Y de eso no hay en el mercado de la oferta. 
Pero hay la posibilidad de empezar un nuevo camino, sin olvidar el otro camino, siempre al acecho, en algún lugar de nuestra memoria. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog