Permitiré que toques los hilos delicados del recuerdo a tu antojo. Y disfrutes de ellos sin dañarlos, sin mutarlos. Solo viendo su tensa estela brillante.
No interrumpiré ese bello encuentro con lo único que es nuestro en la vida: lo que atesora nuestra memoria.
Cuídalo, no lo maltrates. Quizás tengas que alimentarte de él un largo tiempo, y deberá mantener sus cualidades curativas.
Yo mientras tanto, coseré silencios llenos de doradas alas, que me transporten a lugares donde no seas mas que un nombre extraño, un sonido más entre las músicas de las estrellas.
No interrumpiré ese bello encuentro con lo único que es nuestro en la vida: lo que atesora nuestra memoria.
Cuídalo, no lo maltrates. Quizás tengas que alimentarte de él un largo tiempo, y deberá mantener sus cualidades curativas.
Yo mientras tanto, coseré silencios llenos de doradas alas, que me transporten a lugares donde no seas mas que un nombre extraño, un sonido más entre las músicas de las estrellas.
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