La alegría también se suele disfrutar por anticipado. Un viaje deseado empieza con el momento en que lo soñamos, y no termina nunca...
Pero la alegría que se queda en proyectos y no llega a la concreción, nos aísla del placer de los logros.
Soñar es hermoso, siempre y cuando no reemplace a la realización de los sueños.
Christian Dahl |
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