Mi cuerpo es mí casa. El lugar en que habita mi ser. No es todo mi ser, si no su morada. Y honrarlo es honrar la vida que hay en mi.
Estar en armonía con mi cuerpo exige recomponer rupturas o desavenencias entre mi imagen y yo.
Soy este cuerpo que alimento, que cuido, al que pongo limites cuando pide mas de lo que necesita. Y disfruto de mi trabajo cuando me siento cómoda con él, gozando de una hermosa relación.
Rob Gonzalves |
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