No hay registro de la muerte propia en nuestra memoria. Solo se registra lo que uno experimenta. Las pérdidas vividas.
La muerte, entonces, es siempre la pérdida de los seres queridos. Y por tanto, estos seres están siempre vivos en nuestro memoria, y aparecen de múltiples formas.
Eso hace de los seres humanos personas que trabajamos por la inmortalidad de los que amamos.
¿SABES?
ResponderEliminarHACE FRÍO EN ESTE CEMENTERIO. PERO SI DOS CUERPOS PUEDEN AMARSE, JUNTARÍAN SU CENIZAS!!!