La felicidad es un estado fruto del registro momentáneo, de haber logrado salir de situaciones vitales que nos parecían obstáculos insalvables. La felicidad debe mucho al humor, que morigera el dramatismo del pasado, lo hace material útil para compartir en el presente.
Y está en deuda también con la capacidad de apropiarse de los recuerdos y transformarlos en objetos sociales: el arte.
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