La comunicación no depende exclusivamente de las palabras. A veces estas las obstruyen, las lastiman, las confunden.
Todo el tiempo estamos dando señales a nuestro alrededor, que comunican lo que sentimos, como estamos y lo que nos agrada y disgusta. La palabra tiene la posibilidad de agregar el placer de la voz humana, tan vinculada a la estética y al afecto.
El sentido no solo esta en las palabras, si no en la coherencia entre estas y las otras señales de comunicación.
Diego Trefs |
No hay comentarios:
Publicar un comentario