jueves, 29 de septiembre de 2011

CLANDESTINIDAD

He pagado. Sigo pagando. No sé porque ni cuanto, porque mi cobardía me lleva a cerrar los ojos ante mi crimen. No sé cual es. Pero gozo de su compañía eterna. Nunca estoy solo.
Cuando voy al baño de un amigo, abro la canilla para silenciar los sonidos de mi cuerpo. El pecado de existir y estar.
Cuando me gusta alguien, miro hacia otro lado, para castigarme, y no permitirme ni ver.
En realidad, creo que no pasaría nada. Temo la terrible disolución de mi tirano compañero.
Eso sí, estoy muy orgullosa de ser una persona capaz, eficiente. Soy,diría, especial. Puedo hacer cosas que otros no hacen... Pagar y seguir en deuda.
Digo que sí a todo. Aún a cosas que sé que no puedo hacer. Pavadas, que con un simple:"no puedo", me dejarían en libertad de acción.
Pero claro...la magnífica que hay en mí no me lo permitiría...
¿Que sería yo de ahora en más sin ese sí a todo que es un no a todo, en el fondo?.
Necesito una incondicionalidad y la de él la tengo asegurada.
-Hay, dios¡¡¡¡ Que tonta soy¡¡¡¡ Estoy entrampada en una cárcel de palabras no dichas, no autorizadas, y tiré la llave¡¡¡
-No hay llave. Hay una boca que puede abrir el dique de los días y terminar con las rejas de las horas. 
juan gris

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