A veces me encuentro traicionando viejas ideas, viejos pensamientos... Y me alegro.
No hay evolución ni crecimiento posible sin traicionar algún cirterio arraigado como un axioma.
Si no fuese por esa incapacidad de aferrarme a mis esquemas, estaría presa de mi ignorancia y encima, rindiéndole pleitesía.
Nada merece la incondicionalidad. Salvo el amor.
Marie Stillman |
No hay comentarios:
Publicar un comentario