-Perdón, señor...recién me levanto, una noche de fiesta, Ud. sabe...
No sería tan amable de decirme... ¿es hoy sábado o domingo?, con esto de los feriados uno se confunde.
-Señora, lo que usted quiera. estoy a su disposición.
Puedo ofrecerlo un sábado o un domingo. Depende por supuesto de su apuro por llegar al Lunes. O de alguna cuenta pendiente sin pagar del viernes.., me entiende, ¿no?
Bueno, sigo con mi sueño, por lo visto, aún no he despertado.
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