Si, la naturaleza se impone, su impronta nos molesta, nos fastidia, porque somos egocéntricos. Todo tiene que estar a nuestro capricho...así somos de infantiles muchas veces. Pero uno aprende, de a poco. Una de cal y otra de arena.
Yo bien, aprendiendo a disfrutar de un día mas de lluvia, y de la música de Serrat, un mate, y de tu compañía, por ejemplo.
Milagros cotidianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario