Transitar un ritmo tranquilo, sin sobresaltos, animándonos a sentir, por momentos, nuestros propios latidos, y hasta darnos el lujo de percibir nuestra respiración como un sonido más, entre los sonidos de la mañana que se presenta mansa.
Un lunes sin demasiados sobresaltos, sin sentir que VAMOS A DESCUBRIR AMÉRICA...gracias a Dios, ni tampoco, que puede hacer un tsunami de miel en el cual quedemos todos juntos y pegados, con una dulzura asesina...
¿Qué loco no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario