Cuando comenzamos un día nuevo. Una noche nueva, todos estamos apostando a la vida. Cada uno a su manera, con sus valores, sus expectativas, pero apostando a QUE SALGA BIEN.
Lo que no hacemos es decirlo en voz alta. Hay cierto temor a mostrarse optimista y luego sufrir un desengaño, una desilución. Yo soy de la idea de que prefiero haber vivido esperanzada. Ya quedará tiempo para otra cosa.
Alfred Bricher |
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