jueves, 7 de abril de 2011

EL FRACASO



DORIAN FLORES
Sí. Cada vez que me ha ido muy bien  en algo, he tenido el temor de no poder vovler a repetirlo, a cumplir con esa espectativa recién sembrada.
¡Es tan sencillo bancarse el fracaso¡
Uno se aguanta, se queja, se achica, se va muriendo de a poquito.
El triunfo es otra cosa. Allí se debe mostrar que cosas lo mueven, le importan, lo hacen vibrar.

 EL TRIUNFO LO ENFRENTA A UNO CON SUS DESEOS.

1 comentario:

  1. Estimada Marta:

    Creo, no me la doy de sabiondo, que el fracaso a veces es aleccionador.

    No debería ser una lápida en nuestro corazón sino tal vez una espina que nos hinca profundo y nos duele, claro, pero que nos conmina a comenzar otra jornada diferente.

    Sólo quienes hemos experimentado alguna vez ese dolor podemos hablar de ello.

    Después de todo, ¿qué es el fracaso comparado con el éxito que nos espera a la vuelta de la esquina?

    Vamos, mujer, a no desesperar todavía no llegó lo mejor. Pronto amanecerá y la luz del nuevo amanecer dejará que los "grises" desaparezcan.

    A veces pienso que nos esforzamos por rendir examen y estar en la cima, no; después de haber adquirido cierto grado de instrucción sólo debemos rendir examen ante nosotros mismos.

    Saludos

    PD: Los temores a fracasar son moneda corriente, no te preocupes, da rienda suelta a tu imaginación y construye como si fueras a erigir una pirámide.

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