sábado, 1 de junio de 2013

NIÑOS CON SOBREPESO, NIÑOS OBESOS, TEMA DE GRANDES....
Hay niños con sobrepeso. Y niños obesos. Los pediatras los ven a diario. 
Niños que tienen malas conductas alimentarias, porque provienen de un entorno que favorece su problemática, tanto desde lo genético, a los hábitos. Cabe acotar que éstos últimos son los determinantes a la hora de definir la problemática.
La incidencia de la genética es una de tantas variables. Pero el ámbito social en el que nace y crece un niño determina que significado tendrá la comida en su vida, que lugar ocupará.
Sabemos hoy en día que la comida no es solamente un alimento. No lo es para los adultos, y menos para los niños. 
Un niño puede estar muy bien alimentado, y quedarse CON GANAS DE MÁS...
Que es ese "más" que no encuentra saciedad y se transforma en depósitos adiposos localizados en el cuerpo, que terminan siendo un peso duro de sostener, es un tema a dilucidar. 
Lo concreto es que un niño con sobrepeso es un niño con una problemática instaurada que deberá resolverse. 
Años atrás, los padres esperaban el momento del ESTIRÓN, momento en que los gorditos se estiraban, y se transformaban así en jóvenes estilizados. El famoso efecto de los PATITOS FEOS que se transforman en cisnes. 
Pero no olvidemos que nuestro entorno socio económico y cultural ha cambiado dramáticamente en los últimos diez años. 
1- La computadora es ya un hábito mundial, del cual ningún sector ha quedado excluído. Lo cual redunda en menos movilidad para llevar a cabo actividades que antes requerían de movimiento corporal.
2,-La comida es cada vez más un objeto DE PLACER. Se halla totalmente desplazado el carácter alimentario de la comida y ya nadie duda en que se tiene más encuentra su sabor que sus propiedades nutritivas. De hecho, éstas se valoran para justificar el placer que encontramos en algunas comidas o bebidas.
Los hiños, que dependen totalmente de su entorno para alimentarse, si bien selecciónan, no lo hacen de manera libre, sino condicionados por el clima nutritivo a carente del que están rodeados. Y compartiendo los valores que nosotros adjudicamos a lo que comemos.
Si nuestra forma de comer es FAST FOOD, o sea, rápida y descuidada, seguramente ellos repetirán esta conducta, agravada por la enorme cantidad de opciones engordantes que hay en la actualidad. No olvidemos que día a día aumenta la oferta de productos cada vez más ricos y más engordantes. Hoy en día no hay cumpleaños sin papas fritas, ni cine sin pochoclo.
Si a esto le sumamos la naturalización de éstos hábitos, equiparados erróneamente a DAR ATENCIÓN, BIENESTAR Y AMOR, nuestros niños están condenados al sobrepeso y por ende, a la dificultad para moverse, al sedentarismo, y la resignación ante un mundo que le propone como positivo y sano un hábito que no lo es.
La comida de más es un riesgo para la salud de los niños. 
Las golosinas no son imprescindibles, y decir NO cuando las pide un niño obeso, o con problemas vinculados al sobrepeso es un signo de CUIDADO Y AMOR. 
Amar es dar lo que no se tiene.....Demos TIEMPO, PACIENCIA, TOLERANCIA, DISCIPLINA. Los niños agradecerán de parte de su mayores que se practique con el ejemplo en eso también.
Si le pedimos a un niño que no coma de más, tenemos que replantear si nosotros comemos de más. Nuestros niños nos observan y nos imitan. 
Es su manera de amarnos. IMITAR LO QUE VEN. 
Es la forma más primitiva de amor. Pero hay otras formas. Podemos buscarlas. Demostrar nuestro amor puede tener que ver con la cpmida, pero en el cuidado con que la seleccionamos, cocinamos, al lugar que le damos en nuestra vida cotidiana.
Un niño obeso será casi con seguridad un adulto obeso. 
De nosotros depende buscar que el mensaje de AMOR no sea mal interpretado.
AMAR NO ES TAPARLE LA BOCA A ALGUIEN. NO ES CALMAR NUESTRA CULPA. 
Habrá que animarse a buscar el alimento necesario en cada caso, en cada casa, para cada hijo. 
Las palabras adecuadas, los silencios precisos....

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