Reconozco en mi a la compradora compulsiva que acecha. Cada perro de raza quiero tenerlo, cada cartera, cada nuevo producto tecnológico. Se de las excusas que me doy para gastar mi dinero en cosas totalmente prescindibles pero que de entretienen, me alejan de mi centro.... Y ese centro a veces es angustia, y miedo, y soledad.
Pero otras es proyecto, y camino ignoto. Pieles anhelantes que no me animo a mirar...Tanta vida que soslayo con esa acendrada costumbre de pensar en tener cosas para quizás no tener que tolerar que no me tengo.
Nunca termino de no tenerme.
Y si lo pienso, está bien. Es así. Estúpida y vana pretensión de control de algo... cuando no sé que hacer con mis manos, cuando lo único que buscan es tu cuerpo, anhelante.
Pero otras es proyecto, y camino ignoto. Pieles anhelantes que no me animo a mirar...Tanta vida que soslayo con esa acendrada costumbre de pensar en tener cosas para quizás no tener que tolerar que no me tengo.
Nunca termino de no tenerme.
Y si lo pienso, está bien. Es así. Estúpida y vana pretensión de control de algo... cuando no sé que hacer con mis manos, cuando lo único que buscan es tu cuerpo, anhelante.
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