Ambos pasaron todo el tiempo que se les estaba destinado, a esperar el momento oportuno.
Ninguno dio un paso, esperando al del otro.
Y así se fue acallando el tiempo en que una persona ve a otra como única e irrepetible.
El interés, se fue transformando lentamente en cortesía, y finalmente en respetuoso olvido.
Ninguno dio un paso, esperando al del otro.
Y así se fue acallando el tiempo en que una persona ve a otra como única e irrepetible.
El interés, se fue transformando lentamente en cortesía, y finalmente en respetuoso olvido.
Vincent Van Gogh |
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