La voracidad, tan habitual en muchos de nosotros, esa condición de aparente insaciabilidad ante algunos objetos, se une a la ansiedad que nos lleva a que toda necesidad se transforme en algo imperativo y vivido como impostergable. Ambas características unidas son habituales en las personas adictas y con trastornos de alimentación. Si bien no son modificables en sí, podemos elaborar estrategias para mantenerlas a raya.
Noel Hernandez |
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