viernes, 17 de agosto de 2012

Coger y chau

El sexo se imponía. Ella lo rechazaba con ambigüedad, como acercándolo hasta clavarse en su cuerpo, el de él, tan acerado y contundente.
Y finalmente la entrega descarnada de dos cuerpos sin nada más.
Cuerpos que se buscan y no logran más que unas gotas de placer, pero sin compartir nada, solo esos pedacitos de piel y sexo, de deseo que explota de forma visceral y hasta animal, contra toda intención y propuesta.
Sexo, y solo ejercitar el viejo baile de las coreografías reiteradas. El ahogo del deseo que se colma con creces y luego...la conversación banal, sobre los zapatos negros tuyos, y mis compañeras de trabajo.
Eso es nada, la nada de cada uno que se adhiere y nos funde en este momentáneo y olvidable HASTA LA PRÓXIMA VEZ....del hambre sin imagen.
La fantasía huye de estas escenas. No es necesario.
Volverás y volveré. Y nada más que las cosas líquidas de nuestros cuerpos se habrán derramado.Nosotros no. 

Marcel Duchamp

2 comentarios:

  1. Hermosa:

    Entiendo todo.

    Sólo que a veces siento que relacionarse es una forma de buscar sexualidad urgente.

    Parece que la pasión expiró, amiga.

    ¡te mando un fuerte abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Quiero decir que:

    se ha generalizado el "toco y me voy" ya no hay compromiso, ¿entiendes?

    ResponderEliminar

Buscar este blog