Permitiré que toques los hilos delicados del recuerdo a tu antojo. Y disfrutes de ellos sin dañarlos, sin mutarlos. Solo viendo su tensa estela brillante
No interrumpiré ese bello encuentro con lo único que es nuestro en la vida: lo que atesora nuestra memoria.
Cuídalo, no lo maltrates. Quizás tengas que alimentarte de él un largo tiempo, y deberá mantener sus cualidades curativas.
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