martes, 8 de febrero de 2011

JESSICA

 Mihaela  Paraschivu
A veces es dificil explicarle a los hijos que las madres somos mujeres. 
Que nos gusta vernos  bien, y que estamos vivas, mas´allá de haber cumplido con nuestra función de procrear.
Esto es algo que a los hijos, en general, nos cuesta aceptar.
 ¿Como poder hacer entender que además del "prodigio de concebir vida", y ser "fábricas de bebés", llevarlos "a cassete" en la panza, como decía MAFALDA, nos podemos dar el lujo de ser personas¡
¿No somos simples vientres y matrices fértiles? 
Para mi hija resultó bastante difícil, no más de lo que me significó a mi ser madre a mis inmaduros 21 años.
 En esa época su padre y yo nos unimos, nominalmente, con el acotado objetivo de ahorrar el alquiler que debíamos pagar si vivíamos cada uno por su lado. Coincidíamos en el proyecto de juntar dinero para recorrer el mundo de hippies, o como fuese, y de repente...Jessica. 
Un bebé. Horarios, rutina, trabajo fijo, fin de la aventura. 
Jessica nos dió la cachetada del despertar. Ambos emprendimos el desafío con ahínco. 
 La responsabilidad de que ya no eramos una unión provisoria con fines determinados... eramos sus padres.
Así, en una reunión familiar de una familia nada común, de artistas varios, alguien dejó caer la pregunta casual de: 
-"¿de cuantos meses estás, nena?"
Casi muere en el acto mi suegra de entonces, la segunda ingeniera recibida en la provincia de Cordoba y que, lo que menos se esperaba era que mi vestido holgado y largo tuviese otro motivo que la languidez de la moda.
Allí creo que defraudé a mi suegra por primera vez.
Ella era mi suegra y mi ídola. Yo sentí que algo en esa relación se había roto para no volver a ser igual.
Jessica fue concebida bajo la euforia negadora del mundial del 78, y del terror oculto, que  conoció al ver incinerar en un asado la colección de las obras completas de Lenin. 
Y fué así como junto con el cuerpo mutante de una embarazada la cara se me fue poniendo mas lozana, rozagante, y fui mas piropeada que cuando no estaba en esa situación comprometida.
Muchas mujeres habrán vivido algo similar. 
Jessica estrenó padres que no se resignaban a dejar de ser PENDEJOS.
 Ambos seguimos despertandonos tarde los sabados y domingos mientras la nena se sentaba y nos miraba desde su cuna hasta que su única manera de hacernos volver a la vida era a fuerza del estallido de sus generosos pulmones. 
Jessica iba de la casa de mi madre a nuesta morada, departamento de dos ambientes destinado a:
1- dormir para recuperarnos del trabajo y del estudio al que dedicabamos todas nuestras casi inagotables energías. 
2- realizar cenas donde cocinaba su padre cantidades descomunales de empanadas, locro, y demás manjares,  y que duraban hasta bien entrada la madrugada, de charlas sobre política, arte y partidos de canastas. Todo ello bien aromatizado por el humo de los cigarrillos de todos los fumadores presentes. 
Recuerdo que a la mañana era había que abrirse paso entre los restos de la noche, los ceniceros rebozantes de puchos, los platos apilados, y las incontables tazas de café. 


 LA RUTINA


 Jessica iba diariamente con nosotros hasta la casa de mi madre,donde quedaba bajo sus cuidados, y/o  hasta la de su otra abuela, con la compañia infaltable de los primeros pañales derscartables que salieron en el mercado,  mientras yo estudiaba como ser psicologa para:
1.- solucionar los problemas de inmadurez de tantas mujeres que tenían hijos sin estar a la altura de las circunstancias
2.-  o de hijos que habían padecido los efectos colaterales de tener padres autoritarios y demasiado estructurados, rígidos, exigentes.  
 El padre de Jessica viajaba recorriendo el pais y vendiendo planes de ahorro, añorando sus años de actor profesional, años de pizza, citroen 3cv, y vino toro viejo, de reuniones en la ASOCIACION ARGENTINA DE ACTORES, y militancia en política.   
De lo poco que logramos ahorrar dada nuestra falta de experiencia en esto de tener dinero,  construimos  una casa en un barrio cerrado de la provincia de buenos aires,  que recién muchos años después prosperó, junto con ese tipo de agrupamientos urbanos tan comunes hoy en día. 
Llegamos a construir hasta el techo, dado que el presupuesto destinado a toda la casa se agotó con la  compra de unas hermosas y carísimas aberturas de demolición. 
 Nunca pasamos de allí.
De hecho, hace pocos años pasé por el lugar y allí estaba, tal cual, la casa solitaria, sin terminar, y ... ¡sin techo...Que simbolico¡
 Pero eso sí, hicimos una hermosa pileta que inauguramos y luego no volvimos a usar.
Pero esa es otra historia.




LA FAMILIA


Uniendo todo lo antedicho acerca de esta familia, a la presencia de un abuelo artista plastico,  una abuela ex actriz y la otra, una ingeniera y traductora de relevancia nacional,la mezcla explosiva debe haber sido demasiado para esta hija mía, que nació un día de noviembre, luego de un parto que asistió el mismo obstetra que me asístió en mi nacimiento. 
Jessica lleva su nombre a dos sucesos, a saber:
1.- su padre no quiso aceptar mi moción de que se llamase MARIA GIMENA, que a mi criterio, (y sigo pensandolo así), armonizaba mas con el apellido. 
2.- él tenía la costumbre de contar en una mesa lo recaudado en cada viaje, y yo mirándolo y seguramente con cierta malicia y envidia, lo llamaba "SHylock", como el personaje del prestamista del  MERCADER DE VENECIA, quien amaba ante todo, su dinero, sin menoscabar el lugar destinado a su hija.  
Jessica, nuestra hermosa hija, fue "todo terreno". Desde recorrer juntos buenos aires en bicicleta, con sus escasos seis años, hasta viajar sin inmutarse, y mamaderas mediante,  por el país,  sobre todos los modelos de RENAULT habidos y por haber. 
 Llegamos a dejarsela al cuidado de nuestras madres para ir a MAR del Plata una vez, avisandoles de la situación en la ruta, cuando ya no había retroceso posible. En ese momento reucuerdo que vatimos el record de hacer buenos aires-mar del plata en cuatro horas en un renault cuatro. 


EPILOGO
 Mi querida hija, tuvo unos padre a los que les llevó demasiado madurar.  
Pero por otro lado, tuvo toda nuestra juventud y lo que esta trae consigo. 
No se si esto es valorado por los niños. Creo que preferirían menos juventud y más dedicación, mas práctica, y menos improvisación. 
 Fuimos padres muy setentosos,hijos de la moda épica que hoy tanto se pondera como emblemática de las revoluciones y los logros sociales.  
Hoy en día, luego de todo esto, es mas común quizás, que un hijo acepte que SU MADRE es ALGO MAS QUE UNA MADRE.

1 comentario:

  1. Entre un césped inmaculado y otro poblado de agujeros, me quedo con el segundo, y espero que florezcan esas semillas.
    Del primero, no se puede esperar otra cosa, que lo que ya es, en cambio, el otro, seguramente será un vergel.
    Lo que impulsa la evolución, es el error, el acierto, la retrasa... de puro conformista.
    Es una suerte, que los hijos, vengan sin manual de instrucciones, para criarnos mutuamente.

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