Quien me quiere, acepta
que rompa los esquemas,
los rituales, los prejuicios.
Quien me quiere me acompaña
en la tarea diaria
de ser yo mismo.
De manera diversa,
a lo que fuimos.
Fiel a lo que soñamos,
con respeto a lo que sentimos.
Quien me quiere no me pide
que deje de ser
esta mujer que soy,
otra de la que he sido.
Me acompaña con pausas, anhelos,
silencios, abismos.
Distancias
que nos permitan
recupera el amor,
sin dejar de ser
diferente
y a la vez, uno mismo.
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