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| EDILENE FACUNDEZ |
A estas alturas, es un panteón bastante concurrido. Me enorgullezco de haber amado mucho.
A veces sin respuesta, sin eco, con solo el brillo de la duda por estímulo.
Si te escribo es porque me gusta hacerlo, nada más. Ya no me importa si recibo respuesta porque no tiro una botella al mar desde una isla, como única alternativa.
Estoy en un territorio habitado densamente por todo un rico pasado de vivencias, decisiones tomadas irrevocables, de encuentros, y sobre todo, de desencuentros.
Eso me deja mucho camino por delante, mucho error de lectura para emendar. Por tanto, nada de isla.
Todo lo contrario, voy camino a sentirme un continente. Aunque a decir verdad, ya lo soy.
Soy madre. Eso sería suficiente, a lo mejor....Y soy además amiga, amante, e impenitente redentora de mi pasado de RAMONA. Niña que no se conforma con no ser.
No se que gusto verán las personas en decir que tuvieron un solo amor, EL AMOR.
Será que los demás fueron ensayos?. O que boludearon cada vez que alguien como vos se les cruzaba por la vida?
No lo sé. No ha sido mi caso. Cuando te cruzaste yo te cacé. Soy una leona, cuando del amor se trata.
Y ambos danzamos nuestra historia, eso que está registrado en nuestra piel como una memoria indeleble.Tenemos el código así que no nos va a sonar ninguna alarma a la hora de pasar por el control de embarque...
No fuiste el primer amor de mi vida, ni quizás el más importante.
Eso de poner una escala para medir los amores me resulta patético. Tinellesco.
Fui tu instrumento del amor, el acordeón.
Cosas del transitar por la ciudad y respirar el aire nocturno de buenos aires, antes de olerte el tabaco dulzón.
El olfato es uno de mis sentidos mas desarrollados, ¿medio salvaje, no?
También es cierto que luego mi cabeza, que es quien tiene la última palabra en mi, a pesar del dolor y del amor, te dijo CHAU y a ..." otra cosa, mariposa".
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